Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "

Capítulo 25

La obra había perdido toda su magia y encanto. Miraba, sin ver realmente lo que ocurría en escena porque las dudas la asaltaban llevándola de un extremo a otro y sin decidirse por completo por ninguno de los dos.

Si le decía a Nick lo que estaba ocurriendo sin duda alguna querría tener algo más que palabras con Carmichael pero ¿Estaba dispuesta a que algo le ocurriera por su culpa?. La respuesta era no, pero en el fondo sabía que debería de hacerlo sin dudar, confiar en él, en su fortaleza y determinación.

Si callaba, podía evitar una desgracia. Pero si alguna vez Nick llegaba a enterarse de las insinuaciones más que claras por parte de Folk o de que le había estado enviando flores durante varios días...Se estremeció cuando un escalofrío la recorrió ante esa idea. No quería ni pensarlo porque si eso ocurriera existía la posibilidad de que pensara que se lo había ocultado porque realmente mantenía una relación con Carmichael. ¿Se arriesgaría a que eso pudiera ocurrir? Sopesaba los pros y los contras una y otra vez. Una y otra vez.

Se llevó la mano a la cabeza. Le dolía de pensar continuamente en el mismo asunto y no llegaba a una conclusión clara. Cerró los ojos y una fuerte punzada le cruzó la cabeza de parte a parte.

De pronto escuchó que Nick le hablaba y ella parpadeó. Las luces del teatro estaban encendidas. El entreacto, pensó. Esbozó una sonrisa que esperaba que borrara el gesto de preocupación de su esposo pero no funcionó porque él frunció aún más el ceño.

- ¿Te encuentras bien, Meredith? Estás ausente.- Dijo preocupado mientras con un dedo le liberaba el labio que ella no paraba de morder.

- Sí, sólo es que estoy algo cansada, eso es todo.- Le contestó pero evitó mirarlo a los ojos porque sabía que no la creería.

Nick fue a decir algo pero Damon hizo su entrada en el palco seguido por Gabe y tuvo que guardarse la replica para más tarde. El encuentro de Carmichael con Meredith le había enfurecido de tal manera que se asombró de no terminar con su puño aplastando su cara. Lo contuvo el que ella se encontrara presente. No podía dejar que su mujer pensara que todo lo resolvía a golpes. No por segunda vez. Se equivocó con Towsend y aunque el mismo Carmichael le había hecho partícipe de su interés por su mujer, él confiaba en que Meredith se negaría a sus proposiciones. Confiaba en ella y se lo demostraría no preguntándole de nuevo por ese encuentro aunque se atragantara de coraje por querer saber.

- Buenas noches bellas damas.- Damon saludó con su habitual entusiasmo a cada una de las personas presentes.

Cuando llegó el turno de Meredith se arrodilló ante ella con gran teatralidad llevándose las manos al pecho.

- Ruego me disculpe ¡ oh, bella entre las bellas!.- Le tomó de las manos sin levantarse.- Nada más lejos de mis intenciones que el de molestaros. Soy vuestro más humilde servidor y como penitencia por las molestias ocasionadas, tanto Gabe como yo la acompañaremos mañana a pasear por Hyde Park.- Bajo el tono de voz pero no lo suficiente para que todos lo oyeran.- Nos pasaremos antes para desayunar.- Y le guiñó un ojo.

Todos se rieron de la forma de pedir disculpas. Hasta Meredith sonrió mientras intentaba levantarle. Había olvidado por completo lo enfadada que estaba con ellos momentos antes.

- Levántate del suelo patán.- Le pidió entre risas.

- No antes de que me perdones. Será mi justo castigo si no lo haces.- Dijo con gran solemnidad pero manteniendo su postura.

- Claro que te perdono, a ti y al inconsciente de Stanton tambien.- Miró al aludido para saludarlo con una inclinación de cabeza.

Gabe la saludo de la misma forma con una sonrisa en los labios. Su seriedad le agradaba mucho a Meredith, era un contrapunto para el continuo estado de diversión en Damon. Stanton transmitía una seguridad en si mismo muy parecida a la de Nick y eso le gustaba.