Capítulo 35

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HOLA A TODOS!!

ANTE TODO AGRADECEROS QUE ME SIGAIS LEYENDO SEMANA TRAS SEMANA Y QUE TENGAIS TANTA PACIENCIA....

QUERÍA QUE ESTE CAPÍTULO FUERA EL ÚLTIMO Y DESPUÉS QUIZÁ, AÑADIRÍA UN EPÍLOGO PERO POR FALTA DE TIEMPO, Y TAMBIÉN QUE AL FINAL SE ME HACÍA DEMASIADO LARGO COMO PARA TENERLO A TIEMPO, HE DECIDIDO SUBIR LO QUE TENGO ESCRITO HASTA AHORA Y EL DOMINGO QUE VIENE TENDREIS EL RESTO.

ESPERO QUE OS GUSTE Y QUE NO DEJEIS DE LEER TAN CERCA DEL FINAL.

BESOTES ENORMES Y BUENA LECTURA!!

***

El recorrido por las calles del East End a esa hora de la mañana no fue todo lo rápido que a Starling le hubiera gustado. Los carros de reparto impedían que el carruaje avanzara con facilidad pero se armó de paciencia, unos minutos más no cambiarían en nada la situación.

Se acomodó en el asiento y se dedicó a mirar a su compañero de viaje.

El chico lo miraba fijamente, con una mano puesta en el tirardor de la puerta. Dispuesto a saltar si él se atrevía a moverse lo más mínimo. Le sonrió para tranquilizarlo pero el chico no sólo no se la devolvió sino que endureció el gesto aún más.

Nick decidió dejar de observarlo para no incomodarlo lo que quedaba de viaje y se dedicó a mirar el ajetreo de las calles por las que pasaban.

Pensaba que debería de estar eufórico al saber que todo terminaría de una vez, después de todo el tiempo que había dedicado a ese asunto, pero sin embargo, estaba totalmente calmado, como si supiera que ahora necesitaba centrarse en lo que tenían entre manos para que todo saliera bien y pudiera volver a casa.

Eso era lo que más ansiaba, no tener que preocuparse por nada para poder disfrutar de su esposa y dedicarle el tiempo que se merecía, sin preocupaciones ni presiones, y esperar la llegada de su hija, aunque si era un niño no le importaría lo más mínimo. Lo importante era tenerlo entre sus brazos y verlo crecer fuerte y sano, pero le gustaba llevarle la contraria a su mujer en ese punto.

Morgan detuvo el coche y antes de darse cuenta el chico saltó fuera, en un abrir y cerrar de ojos, y desapareció entre los oscuros callejones sin decir adiós.

Nick bajó y se acomodó el abrigo, abrochándolo por completo para evitar el aire frío de las primeras horas de la mañana. La espesa niebla se arremolinaba alrededor de él dándole la bienvenida a "El zorro y el perro".

Le resultaba extraño estar allí de día. Siempre la había visitado de noche y ver la taberna con los primeros rayos del sol hacía que casi no la reconociera.

Empujó la puerta que cedió sin esfuerzo y entró al local agradeciendo el calor del interior.

Una muchacha se afanaba limpiando el suelo, aunque no duraría mucho tiempo en ese estado porque en pocas horas el establecimiento abriría de nuevo sus puertas para proporcionar bebida y un plato caliente a quien quisiera y pudiera pagar por ello.

Paseó los ojos por la habitación esperando ver allí a algunos de sus amigos pero estaba desierta. Aún no había llegado nadie.

Se quitó los guantes y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo.

- ¡Muchacha!.- Nick alzó la voz para hacerse oir.

Ella se volvió sobresaltada al escucharlo llevándose las manos al pecho .

- ¡Jesús! Qué susto me ha dado.- Dijo abriendo exageradamente los ojos.- Me llamo Beth.- Continuo, después de haberle lanzado una mirada apreciativa.

Nick sonrió ante su descaro.

- Beth, bonito nombre.-

Ella le devolvió la sonrisa con coquetería creyendo que había conseguido un cliente. Se acercó moviendo las caderas con desparpajo.

Saga Londres 1 " Matrimonio a la fuerza "Where stories live. Discover now