C A P I T U L O 27

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-Lo hice, señor «Muro» -susurró, como si levantar la voz fuera a hacer que su cometa chocara con el suelo.

Volvió a mirar a su hija.

-Mi nombre es Justin.

-Lo hice, Justin.

-Sí, lo hiciste.

Ella sonrió.

-Me gustas.

-Tú también me gustas, Lexie.

Ella contempló su cometa.

-¿Tenes niños?

La pregunta lo cogió por sorpresa y esperó un momento antes de contestar:

-Sí. -No iba a mentirle, pero no estaba preparada para oír la verdad y, por supuesto, se lo había prometido a __________-. Tuve un niñito, pero murió cuando era un bebé.

-¿Por qué?

Justin levantó la mirada hacia la cometa.

-Suelta un poco más de cuerda. -Cuando Lexie siguió su consejo, dijo-: Nació demasiado pronto.

-Oh, ¿a qué hora?

-¿Qué? -Escrutó la pequeña cara que estaba tan cerca de él.

-¿Que a qué hora nació?

-Cerca de las cuatro de la madrugada.

Ella asintió con la cabeza como si eso lo explicara todo.

-Sí, demasiado temprano. Los médicos debían estar todavía dormidos. Yo nací por la tarde.

Justin sonrió, sorprendido con su lógica. Era obvio que era muy brillante.

-¿Cómo se llamaba?

-Toby -«y era tu hermano mayor».

-Ése es un nombre raro.

-Me gustaba -dijo, notando cómo se relajaba un poco por primera vez desde que había entrado en el parque con el coche.

Lexie se encogió de hombros.

-Quiero tener un niño, pero mi mamá dice que no.

Justin se decidió a acomodarla más contra su pecho y todo pareció encajar perfectamente en su lugar como un lanzamiento suave: jugada, golpe, anotación. Colocó las manos a cada lado del mango junto a las de ella y se relajó un poco más. Le rozó con la barbilla la suave sien cuando le dijo:

-Bueno, es que eres demasiado pequeña para tener un niño.

Lexie soltó una risita tonta y negó con la cabeza.

-¡Yo no! Mi mamá. Quiero que mi mamá tenga un niño.

-Y ella dijo que no, ¿eh?

-Sí, porque no tiene marido, pero podría tenerlo si lo intentara de verdad.

-¿Un marido?

-Sí, y así también podría tener un niño. Mi mamá dice que fue al huerto y me recogió como si fuera una zanahoria, pero eso no es cierto. Los bebés no salen de los huertos.

-¿De dónde vienen?

Ella le golpeó la barbilla cuando levantó la mirada hacia él.

-¿No lo sabes?

Hacía mucho tiempo que lo sabía.

-Por qué no me lo dices tú.

Ella se encogió de hombros y volvió a mirar la cometa.

Simplemente irresistible {Justin Bieber & Tu} TERMINADAWhere stories live. Discover now