-¿Cómo quieres el café? ¿Solo o con leche? -le preguntó _____ a Mae mientras llenaba el filtro metálico con café exprés.
-Con leche -respondió Mae sin dejar de mirar a Pongo que estaba tumbado mordisqueando una galleta para perros-. ¡Demonios!, qué perro más patético. Hasta mi gato es más grande que ese chucho. Bootsie se lo comería de un bocado.
-Lexie -gritó _____-. Mae está insultando a Pongo otra vez.
Lexie se dirigió hacia la cocina, haciendo aspavientos con las manos ocultas por las mangas del chubasquero.
-No insultes a mi perro. -Frunciendo el ceño cogió la mochila de la mesa-. Es muy sensible. -Se arrodilló y acercó su cara a la del perro-. Ahora teno que irme al colé, te veré más tarde. -La mascota dejó de comerse la galleta el tiempo suficiente para darle un lametazo a Lexie en la boca
-Oye, ya hemos hablado de que no puedes hacer eso -la regañó _____
mientras cogía un cartón de leche desnatada de la nevera-. Los perros tienen hábitos poco saludables.
Lexie se encogió de hombros y se levantó.
-No me importa. Le quiero.
-Ya, pero a mí sí que me importa. Ahora será mejor que te apresures a recoger a Amy o perderéis el autobús.
Lexie frunció los labios para darle un beso de despedida.
_____ meneó la cabeza y acompañó a Lexie a la puerta principal.
-Yo no beso a las niñas que se dedican a besar perros que se lamen el culo. - Desde la entrada observó cómo Lexie cruzaba la calle y después regresó a la cocina-
. Está loca por ese perro -le comentó a Mae mientras echaba un vistazo a la
cafetera-. Lo tiene desde hace cinco días y ya está totalmente integrado en nuestras vidas. Deberías ver la camisetita vaquera que le hizo.
-Tengo que decirte algo -farfulló Mae con rapidez.
_____ miró a su amiga por encima del hombro. Sospechaba que a Mae le pasaba algo. Por lo general no iba tan temprano a su casa para tomar café y hacía días que la encontraba algo distante.
-¿Qué pasa?
-Le quiero.
_____ sonrió mientras llenaba la cafetera con una jarra.
-Yo también te quiero.
-No. -Mae meneó la cabeza-. No, me refiero a Hugh. Le quiero a él, quiero a Hugh, el portero.
-¿A quién? -Las manos de _____ se detuvieron en el aire y arrugó el ceño-. ¿Al amigo de Justin?
-Sí.
_____ colocó la jarra de cristal en la cafetera, pero se olvidó de encenderla.
-Creía que lo odiabas.
-Lo hacía. Pero ya no lo hago.
-¿Qué ha pasado?
Mae parecía tan confusa como _____.
-¡No lo sé! Me llevó a casa desde un pub el viernes pasado por la noche y ya no se fue.
-¿Ha estado viviendo contigo los últimos seis días? -_____ se dirigió a
la mesa de la cocina. Tenía que sentarse.
-Bueno, en realidad, más bien durante las últimas seis noches.
-¿Estás tomándome el pelo?
-No, pero entiendo lo que debes estar pensando. No sé cómo ocurrió. Estaba diciéndole que no podía entrar en mi casa, y antes de saber qué sucedía estábamos desnudos y peleándonos por quién tenía que estar encima. Ganó y me enamoré de él.