Capitulo 34.

7.8K 783 374
                                    


Tan solo quedé pasmada ahí, aún invadida por la sorpresa. Sus labios estaban sobre los míos. ¡Los labios de un demonio estaban sobre los míos!

Él movió sus labios, como si preguntase para que le siguiera el beso, y así fue. Era un tanto extraño, besarlo. Quién pensaría que él demonio, de quién tanto temes, te besaría.

Una parte de mí se quería alejar, golpearlo fuerte, y cuestionarle por qué diablos me estaba besando. Empero, otra parte de mí –y la más grande a decir verdad– quería que disfrutase de éste momento. Algo que sólo pasa una vez en la vida.

Entonces, Randy vino a mi mente, golpeando todo lo bueno que Harry había logrado. Apartando las emociones que siento cuando estoy cerca de Harry, aún sigo teniendo un novio.

Un buen y fiel novio. Alguien que te anima cada vez que te sientes mal, y cada que necesites un hombro en el cual llorar. Alguien que tomaría cada riesgo por ti, que moriría por ti. Alguien que no te lastimaría intencionalmente, alguien que no trataría de matarte.

Y era tan claro como el día que Harry no era uno de esos alguien. Él era cruel, imperdonable, despiadado, temible, intrépido y, no le importa ninguna cosa en este mundo excepto matar a la familia del Sheriff.

El solo pensamiento de ello me hacía querer alejarme, pero él no me dejaría. Su mano estaba alrededor de mi cintura con fuerza, llevándome a estar mucho más cerca de él, y con nuestros labios juntos de una manera que encontraba desagradable. Él había comido cuervos y otro tipo de animales, sin mencionar que sus labios sabían a eso.

El sabor me daba ganas de vomitar, vomitarlo a él, y correr hacia las colinas. Pero por supuesto, Harry tenía otras ideas para mí.

—H-Harry —dije entre nuestro beso, tratando de alejarlo, pero él no cedía. Aprovechó que mi boca estaba abierta e hizo que su lengua entrase en ella.

Y ese fue el momento donde lo golpeé.

Lo alejé con fuerza, haciendo que él retrocediera un paso. Sus ojos expresaban sorpresa, pues claramente no se esperaba que lo alejara de tal manera. Saqué su saliva de mis labios con mi mano antes de fulminarlo con puro odio

—¡¿Por qué diablos me besaste?! —vociferé, con mi pecho subiendo y bajando rápidamente, y tomando un paso hacia atrás para crear distancia entre nosotros.

Él tan solo me miró con confusión en su rostro, lo que lentamente me estaba enojando, porque honestamente él lucía inocente. Pero incluso aunque mi vista estuviese un tanto borrosa, aún podía ver a aquel asesino delante de mí.

—¿Bien? —escupí, y justo como esperé, sus ojos se tornaron negros, sus puños se apretaron, y lucía cual asesino.

Lucía listo para matarme, para mandar mi rostro fuera de éste mundo. Sin embargo, se alejó sin decir una palabra. ¿Qué diablos...?

—¡Oye! ¡Tú, demoníaco bastardo! ¡Ven aquí! —grité, y lo comencé a seguir. Era obvio que él estaba tratando de escapar de mí, pero no dejaría esto hasta que él me explicase por qué mierda me besó.

Estaba caminado bastante rápido, tomando ventaja de sus largas piernas. ¿Cómo rayos podía caminar tan rápido? Ugh, es un demonio, tengo que recordarlo. Joder. Continué siguiéndolo, tratando de evadir varios árboles, tratando de no tropezar con palos o ramas.

Mis oídos comenzaron a captar un sonido, pero estaba demasiado lejos para ser distinguido.

—¡Oye, hijo de perr...!

Esto hizo que él se detuviera, dándose vuelta con brusquedad y dejándome enfrentada con su alta figura, haciéndolo ver diez veces más grande, y diez veces más demoníaco. Miré hacia abajo al suelo, asustada de mirarlo por el momento.

Hex [h.s]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن