Capitulo 38.

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—Lucinda. —No me molesté en levantar la mirada de mi plato ya que todo lo que podía ver era borroso.

—¿Sí? —Escuché a papá suspirar.

—Por favor, mírame Lucinda, aunque tu visión sea borrosa es grosero no enfrentar a una persona mientras te habla.

Mentalmente gruñí de molestia y miré hacia arriba, observando la cara borrosa de papá. —¿Sí? —pregunté —¿Qué pasa, papá? —Traté de no sonar sarcástica ya que podría enojarlo.

Permaneció en silencio durante unos segundos antes de que se aclarara la garganta. —Mañana vamos a ir al Instituto Silent Mound así te pueden entrevistar.

Mis ojos se abrieron de par en par: —¿Así que no bromeabas cuando dijiste que me inscribirías aquí? —Me quedé boquiabierta. No, esto no podría estar sucediendo, ¡no puedo ir a la escuela secundaria y terminarla aquí! Dios sabe lo que me pasará.

—Sí, ¿por qué debería incluso bromear sobre este asunto? —inquirió, arqueando una ceja. —Honestamente Lucy, este asunto debe tomarse en serio.

No puedo creer que me siga hablando acerca de asistir a la escuela y toda la mierda que ella conlleva. —¿Y crees que no estaba hablando en serio? No quiero terminar la secundaria aquí —declaro—. De hecho, ni siquiera quiero quedarme aquí.

—Lucinda, ahora no es el momento de discutir con tu padre, es irrespetuoso pelear delante de la comida —Mi madre habló por encima de un susurro y la pude imaginar frunciendo el ceño.

Cerré la boca, no queriendo discutir más. Mientras tanto, papá y mamá hablaron sobre cómo pagar por el daño en la casa de Harry. Esto me hizo quedarme quieta. —Lucy, ¿estás bien? —Randy susurró, sentí su mano frotando mi brazo.

—¿Huh? —Me vuelvo hacia él—. Oh, sí, estoy bien. —Sonreí suavemente, colocando mi mano encima de la suya. Él me devolvió la sonrisa.

—De acuerdo —murmuró.

Agarré mi cuchara y reanudé la comida, ignorando la conversación de mis padres.

Después del desayuno fui a la sala de estar y me senté en el sofá. Mi madre debió haber pensado que yo iba a ver la televisión porque ella me gritó acerca de mi visión. Creo que nunca pasó por su mente que todo lo que puedo ver es una mancha, así que, ¿de qué sirve ver televisión?

Lentamente rodé mis ojos una vez que dejó de gritar y sólo miré delante de mí. Sentí a alguien sentado a mi lado, haciéndome mirar a mi derecha. —Hey bebé.

—Hey. —Le sonreí a Randy y él agarró mi mano, entrelazando nuestros dedos.

—¿Quieres salir? Ya le pregunté a tus padres y ellos estuvieron de acuerdo —habló.

—¿Salir? ¿A dónde? —No puedo evitar la pregunta, ¿hay un lugar agradable aquí en Silent Mound para citas? No lo creo. Casi me reí histéricamente ante la idea.

—¿Conoces algún buen restaurante aquí? —me pregunta, y sacudí la cabeza.

—No, no conozco. En realidad, ni siquiera creo que haya un buen restaurante aquí —le dije con toda honestidad. Ya pues, ¿por qué habría un lugar seguro aquí, en este hoyo del infierno?

—¿Estás segura? Si no hay uno, ¿a dónde quieres ir? —Me encogí de hombros, no sé muy bien dónde.

—No lo sé, no estoy segura Randy. ¿Qué tal si vamos los dos vamos a recorrer la ciudad? —sugerí. La verdad es que no he visto toda la ciudad todavía así que tal vez esta sea mi oportunidad de hacerlo.

—Gran idea bebé, pero ¿el coche de quién vamos a utilizar? —Se rascó la cabeza en confusión, y sinceramente, me pareció lindo.

Me reí. —Randy, no te molestes, vamos a tomar el coche de mi mamá, estoy segura de que nos dejará. —No estaba segura con mi última declaración, pero quizá con Randy nos dejará.

—Voy a preguntarle. —Lo sentí levantarme, sus pasos desaparecieron pronto, dejándome saber que había salido de la habitación. Esperé hasta que volvió.

—¿Y bien?

—Ella estuvo de acuerdo, pero me dijo que no deberíamos dañarlo o ambos estamos muertos. —Rodé mis ojos, por supuesto que ella pensará que lo estrellaremos.

—De acuerdo, réstale importancia Randy, ella exagera todo.

Se ríe. —Muy bien entonces.

Dejé que me ayudara a ir a mi habitación para que me duchara y cambiara de ropa. Tomé una camiseta blanca y jeans negros y lo dejé esperar fuera de mi nuevo cuarto de baño para que me duchara. Me duché con dificultad ya que no puedo decir cuál era el champú o el acondicionador, pero al final me las arreglé.

Me puse la camiseta y los jeans antes de salir del baño. Con mi visión borrosa, sólo pude ver la figura de Randy sentada en el lado de la cama. Me acerqué a él.

—Randy, he terminado —musité mientras me secaba el pelo con una toalla antes de peinarlo y atarlo a una coleta.

—Está bien, vamos, nena. —Podía decir que estaba sonriendo.

Harry's POV.

Miré con ojos de halcón como el novio de Lucinda se subía al coche con ella. El auto retrocedió por la calzada y se fue. Sonreí, convirtiéndome en una sombra viva y lo seguí, saltando de sombra a sombra, siguiendo dondequiera que fueran. Espero que Lucinda recuerde que la visité anoche, porque pasará mucho tiempo para que vuelva a verme.

Había oído a sus padres hablar sobre enviarla al Instituto Silent Mound y todo lo que podía pensar era que a ella le gustaría allí. Mientras los seguía detrás del coche escuché su conversación.

—¿Quieres recorrer la ciudad? su patético novio inquirió.

—Sí, siempre quise, pero digamos que siempre estuve ocupada y demás. Por lo tanto, nunca tuve el tiempo —ella responde y sonrió con malicia.

Estaba ocupada tratando de sacarme de mi propia casa.

—¿Quieres ir a Instituto Silent Mound ? —su novio le preguntó y no pude evitar estar ansioso por su respuesta. ¿Lo hará?

© TriciaJeanL | borntoharry

Hex [h.s]Where stories live. Discover now