Capítulo seis

138 15 34
                                    

THALIA

Una vez que Víctor termina de hablar, los demonios comienzan a acercarse a él, con cuidado. Imagino que debe de parecerles sospechoso que un chico deje que le ataquen, sin intentar luchar o huir. Les entiendo a la perfección.

No lo comprendo. De verdad que no. Este humano ha estado sorprendiéndome desde que llegó. Cuando le conocí, no parecía tan valiente y orgulloso como está demostrando ser ahora. Supongo que es cierto eso que dicen de que las apariencias engañan.

A pesar de sus recientes palabras de desprecio, aún estoy convencida de que va a pedirme ayuda. No puede ser tan estúpido como para no hacerlo. Va a morir y él es mortal. Llegado el momento, querrá sobrevivir. Así que solo me queda esperar.

Pero mis pensamientos quedan olvidados en cuanto la primera garra le atraviesa el estómago, y Víctor gruñe de dolor. Yo jadeo, sorprendida por el rápido ataque.

El olor a sangre empieza a llenar el lugar, y yo me extraño. Hay algo en el aroma de este muchacho... Algo que no consigo identificar. A veces parece puro, y otras simplemente apesta a podredumbre. En serio que no le entiendo. Ni un poco.

Los arañazos empiezan a cubrirle brazos y piernas a un ritmo alarmante. Apenas han pasado un par de minutos y ya hay un enorme charco rojo a los pies del joven, que contra todo pronóstico, se mantiene en pie. Apenas deben de quedarle fuerzas, pero aún no se rinde. Compruebo incrédula como se esfuerza por esquivar un par de ataques, que como esperaba, le dan de lleno a pesar de sus intentos.

Tengo que irme cuanto antes, mas no consigo apartar la mirada. Jamás había conocido a un humano con tanto arrojo como el que se presenta ahora ante mí. Aunque tampoco había visto a uno tan estúpido, todo hay que decirlo.

Sacudo la cabeza y me decido a marcharme. Tengo cosas que hacer, y si me encuentran aquí me echarán la bronca por haber dejado a mi protegido morir. Pero realmente no van a poder culparme. Él ha sido el que no ha querido pedirme ayuda. Yo no tengo nada que ver.

— Bueno, os dejo que disfrutéis del banquete — suelto sin más —. Ha sido terrible conocerte Víctor, pero espero que ahora vayas a un lugar mejor. Yo me...

Un alarido inhumano me interrumpe. Me giro con rapidez, alarmada. Pensaba que quien había dado aquel grito había sido el humano, mas me equivocaba totalmente. Ha sido uno de los demonios, que tiene el rostro (si se le puede llamar así) desencajado por el terror. Pronto sus compañeros le imitan, y yo me abro paso entre ellos, ansiosa por saber qué ha ocurrido.

Observo a un chico derrotado, de rodillas. Toda su ropa está llena de sangre y ni siquiera estoy segura de si sigue vivo.

Entonces algo me distrae. Algo en su mano está comenzando a brillar con una luz tan potente que me hace entrecerrar los ojos. Pero pronto me doy cuenta de que no es solo ahí donde la luminosidad aparece. Empieza a destellar todo su cuerpo, en especial los lugares con heridas, que no son pocos. El brillo aumenta y aumenta cada segundo, hasta que ya apenas se distinguen las facciones de Víctor. Yo estoy tan alucinada que apenas puedo reaccionar.

— Imposible — farfullo sin aliento.

Sigo completamente hipnotizada por lo que está pasándole al chico, pero pronto comprendo que algo no va bien. Acierto a correr y a ponerme a cubierto antes de que ocurra la explosión.

Estoy tras la barra, y al darme cuenta de las miles de botellas de cristal que hay tras de mí, me cubro la cabeza para protegerme de lo que sé que va a pasar.

DarknessWhere stories live. Discover now