SIRENA

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Inauguramos hoy este espacio y comenzamos con un apartado sobre una de las criaturas mitológicas más conocidas, pero no por eso ha de ser menos interesante.

La sirena es una de las criaturas con más participación a nivel literario y es conocida por su capacidad de hechizar a los hombres con su mágica voz. Sin embargo, dependiendo de la cultura aún hay otras características que no son explotadas y de ellas queremos hablar en esta ocasión.

Anteriormente existía un velo confuso entre las harpías, las nereidas y las sirenas y todavía ahora, los expertos siguen armando teorías a su alrededor.

La primera aparición escrita de la sirena se remonta al texto de Homero "La odisea". En la mitología griega, en un principio las sirenas eran criaturas con la extremidad superior de mujer y la extremidad inferior de ave (rasgos que pertenecen a las harpías) no obstante, debido a su majestuosa voz, las sirenas retaron a las musas y fueron vencidas por las mismas. Por su derrota, las musas castigaron a las sirenas arrancándoles su plumaje y estas, avergonzadas, se retiraron a las costas Sicilianas donde empezaron su popular practica de atraer a los hombres con su canto para luego comer de su carne.

Por ser bellas y habitantes del mar, con el tiempo se les atribuyeron cualidades de las nereidas hasta transformarse en la sirena que conocemos hoy día.

Además, las sirenas representan el límite. Están asociadas a los ritos funerarios por lo que es común encontrarlas talladas y esculpidas en los sarcófagos.

En Japón, se les conoce como Ningyo. La descripción física y el comportamiento de esta criatura difieren completamente a la versión tradicional: El Ningyo es mucho más violento, demoníaco, grotesco y sanguinario, el cruce se acerca más a un ser mitad pez mitad mono.

Algunas traducciones cuentan que posee escamosos brazos y garras, otras se inclinan más al hecho de que solo es una deforme cabeza con afilados colmillos o cuernos y el cuerpo de pez. Las sirenas y Los Ningyo, coinciden en su maravillosa capacidad vocal aunque más que cantos, el Ningyo tiene un sonido parecido a una alondra o una flauta.

También tienen diversas habilidades místicas, por ejemplo: Se cree que llora perlas y se pensaba que la eterna juventud y belleza se le otorgaba a quien consumía su carne. Disfrutan de la facultad de cambiar de forma, incluso podían transformarse en hermosas mujeres con piernas que salían a tierra firme a atraer a los hombres hasta el mar para después asesinarlos.

En Escocia, Irlanda e Islandia se les llama Selkie. Originalmente son focas que pueden desprenderse de su pelaje y convertirse en una hermosa mujer o un atractivo hombre. En algunas leyendas, quien encontrara el pelaje de la Selkie mientras esta se encuentra en su forma humana, tiene control sobre ella e incluso puede desposarla y procrear hijos, quienes nacen deformes. No obstante, el pelaje debe permanecer bien oculto, ya que la Selkie tratará de encontrar su pelaje para volver a su hogar, el mar.

En el caso de los machos, la mujer que desee atraer a un Selkie debe llorar siete lágrimas en el océano para que aparezca.

Otra versión de la mitología escocesa es nombrada Ceasg o doncella de la ola, mitad mujer mitad salmón. Este mito narra que concede tres deseos a quien le atrape a cambio de ser liberada al mar nuevamente.

En las islas británicas, las sirenas a veces eran descritas con más de seiscientos metros y eran consideradas como augurio de mala suerte, en ocasiones podían curar enfermedades. Estas sirenas podían nadar en agua dulce y atraían a sus víctimas fingiendo que se ahogaban, para luego ahogarlos a ellos.

Afortunadamente no todas las sirenas tienen un lado trágico, según la mitología de Cantabria (España) existe La sirenuca: Relata que una joven muy hermosa y de ojos azules, salía todos los días a mariscar a la playa. Se recluía a lo más alejado del acantilado para su labor y cada día su madre, con honda preocupación le reprendía por su acto tan peligroso.

Uno de esos día, su madre la maldijo de forma inconsciente diciendo: "Ojala permita Dios que te conviertas en pez".

Al día siguiente la muchacha se marchó a pescar mariscos y en un descuido cayó al agua desde lo alto del acantilado. Pudo nadar hasta una roca pero no fue capaz de subir, fue entonces cuando se percató que sus piernas ya no estaban, y en su lugar, tenía una larga cola de pez, el castigo por su desobediencia para con su madre.

Desde entonces en los días de espesa niebla, la sirenuca advertía con su canto a las embarcaciones cuando se acercaban demasiado al acantilado.

La representación moderna de las sirenas toma elementos de diversas culturas y los unifica en una leyenda más frugal e inocente. En vez de ser las criaturas monstruosas que toman vidas y provocan desolación, son juguetonas, hermosas y no sufren algún tipo de cambio físico.

Usualmente sirven de guía y proporcionan respuestas a los personajes.

¿Tienes a una de estas sirenas en algunas de tus historias? ¿Conoces a alguna que no hayamos incluido?

Bibliografía:

RODRIGUEZ PEINADO, LAURA, Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. I, nº 1, 2009, pp. 51-63.

Entre otros textos.


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