EVOLET +18 (Terminada)

Cap 33

- Estas segura que es aquí?
- Si eso dice aquí.
- Es extraño, no veo ninguna entrada parecida a eso que dices.
- Mira, mira debe ser ahí. Señalando un muro de piedra. - Pregunta al guarda.

Xavier se estacióno bajo del auto y camino hasta donde el hombre, mientras Evolet miraba desde el auto como le enseñaba su identificación y discutían.

- Buenas tardes soy el agente Oconel, necesito que por favor me deje entrar al asilo, buscamos una señora. Mostrando su placa.
- Buenas tardes, mi nombre es Saul, y con gusto lo puedo dejar pasar, pero señor esto no es un asilo.
- Como, a que se refiere?
- Esto es un psiquiátrico, aquí no hay un asilo señor.

Xavier lo miro con el seño fruncido.
- Pero esta es la dirección que me dieron. Mostrándole el papel.
- Si, es aquí, pero como le dije no es un asilo, la hora de visita ácaba en media hora, igual si quieren pasar pueden hacerlo pero, necesitó me den el nombre antes, y buscare en la lista para saber si de verdad esta aquí la persona.
- Ivonne Sanders.

El hombre busco entre los papeles. - Sanders, Sanders. Pasando el dedo en la lista. - Tengo una Sanders pero su nombre es otro.
- Déjeme ver. Hizo señas a Evolet para que se acercara, y ella salió del auto y camino hasta donde ellos.
- Que sucede? . Miro a ambos.
- Es que tengo una Sanders pero su nombre no es Ivonne.
- Es Evolet?. Pregunto ella sin rodeos y muy segura.
- Si , como lo sabe?.
- Es mi nombre, también llevo el nombre de mi abuela, su nombre completo es Evolet Ivonne Sanders Paterson. Sonrió y el guarda asintió.

- Bueno, entonces si pueden pasar, sólo que tienen poco menos de media hora, tener cuidado porque algunos enfermos son peligrosos.
- Que pueden hacer un puño de viejitos. Dijo divertida.
- Evolet, eso es algo que debes de saber, esto no es un asilo, es un psiquiátrico.

Evolet borro la sonrisa de sus labios y puso los ojos como platos no podía imaginar todo lo que habría sufrido su amada abuelita.
- Que demonios, mi madre esta. Hizo un puño con sus manos, y gruño. - Quiero sacarla de aquí ahora. Decidida.
- Puedes hacerlo, pero solo si firmas dando por entendido que te haces responsable de ella por completo.
- Lo haré, vamos Xavier. Caminado a paso firme.

Xavier se sorprendió , nunca había visto tanta furia y odio en su mirada, el guarda solo se dirigió a Xavier con evidente nerviosismo.

- Esta en la habitación 21.
- Gracias. Asintió y corrió detrás de Evolet que parecía toro , que nadie se le meta en el camino .

- Evolet espera. Grito y ella ni se digno a esperarlo, sus oídos estaban ensordecidos de furia, y sus instintos estaban a flor de piel.

- Disculpe, señorita en que le puedo ayudar?. Pregunto una enfermera del lugar.
- Quiero ver a Evolet Sanders!. Exigio molesta.
- Usted es?
- Evolet Sanders.
- Disculpe , no comprendo. La miro con mucha confusión.
- Soy su nieta, tenemos el mismo apellido y nombre caramba.
- Comprendo, tranquila no se moleste.
- Como no estarlo.
- Tiene alguna identificación.
Evolet asintio y se la entrego, la enfermera la comparó, y luego observo a Xavier.
- Y usted es?
- El agente Oconel de la capital.
La enfermera lo observó de pies a cabeza de manera seductora, y Evolet rodó los ojos, mientras Xavier solo se sonrojaba apenado.
- Me informaron que esta en la habitación veintiuno.
- Claro , ya se de quien se trata, siganme.
Comenzó a caminar contoneando las caderas, mientras Evolet rodaba los ojos molesta, y Xavier observaba curioso lo que podía por las ventanillas de cada puerta, ni tan siquiera notando que querían llamar su atención.

- Porque esta mi abuela aquí?
- No lo se, la verdad me parece innecesario que la metieran aquí, ella esta bien hace mucho, pero nadie la visita desde hace mucho, pensé que usted sabría la razón. La observo de medio lado.
- No, la hicieron pasar por muerta todos estos años.

La enfermera tapó su boca sorprendida.
- Eso es un delito, su abuela es una viejesita muy dulce.
- Que posibilidades hay de llevarmela?, disculpe cual dijo que era su nombre?
- Mi nombre es Rosita, y bueno eso debe hablarlo con el doctor Gabriel.
- Quiero sacarla de aquí hoy mismo.
- Tratare de hacer lo posible, este es su cuarto. Tocando la puerta.

- Quien?. Desde adentro con una dulce voz, a Evolet le palpitaba a mil el corazón, con mucha emoción.

- Soy Rosita, tienes visita Evolet.
- Si es esa bruja de Margaret, no quiero verla, que se largue. Espetó molesta.
- No es ella.
- Mi madre la visitaba?. La enfermera asintió. - Que descaro.
- Es una sorpresa y te gustara.

Un silencio se formo, para luego escuchar unos pasos lentos y el cerrojo abrirse despacio, junto con el rechinar de la puerta abriéndose, dejando a la vista una viejecita de unos setenta años como máximo.

- Abuela. Grito con alegría y corrió a abrazarla.
- Mi niña, por fin. Respondiendo su abrazo.

Xavier las miro con ternura, y la enfermera también , ambas lloraban de alegría, y el espacio se volvió cálido.

- Iré a traer al doctor. Guiñándole un ojo a Xavier quien dio un pequeño salto de sorpresa, y un rosado volvió a su mejilla nuevamente.
- Esta bien.

- Ven mi niña entra. Y luego observó a Xavier. - Y este muchachote tan apuesto quien es?
- Es mi jefe, y mi mejor amigo. Sonriente. - Quien me ayudó a localizarte.
- Venga para darle un abrazo.

Xavier se acerco tímido, para luego dejarse envolver en un tierno abrazo.

- Gracias muchacho, cual es tu nombre?.
- Xavier, Xavier Oconel señora.
- Es un gusto muchacho.
- Igual señora.
- Vengan, pasen. Comenzó a caminar despacio dentro del pequeño cuarto, adornado con miles de tapetes tejidos, y flores, para ser específicos tulipanes, los mismos que le traían mal recuerdo a Evolet.

- Abuela porque tulipanes?.
- Tienes algo contra ellos?. Sentándose en el borde de la cama.
- No, solo quería saber.
- Oh, bueno son las únicas flores que se consiguen aquí, además que me gustan mucho.
- entiendo. Asintió recordando que eran las que le daban siempre.

- Como me encontraste?.
- Esther. Dirigió su mirada a ella.
- Dios bendiga esa mujer, es un ángel.
- Si, parece que si.
- Lastima que tu abuelo no permitió que tu padre fuera feliz con ella, y lo obligo a casarse con la bruja de tu madre. Gruño molesta.

- No la quieres verdad.
- Mi niña siento si te lastimo, pero como querer a quien me encerró aquí tantos años, elimino a mi hijo, y me alejo de ti, además de robar todo el dinero de la familia.
- Es cierto. Bajo la mirada con tristeza.