Cap 42

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Ambos entraron a su habitación, Xavier le dio las gasas y ungüentos que le habían dado en la clínica, y se sentó en la orilla de la cama, ella se sentó junto a él y con ternura y mucho cuidado comenzó a poner el ungüento en sus heridas, él observaba con detenimiento sus gestos, su rostro, como mordía sus gruesos labios por el nerviosismo, tal vez de hacerle daño, o de no hacerlo bien.
- Esta perfecto. La interrumpió y ella lo observo con culpa en la mirada.
- Te duele?.
- Un poco, solamente. Sonrió y le acomodo un mechón de cabello.
- Gracias. Sonrió.
- Porque?.
- Ya sabes. Se encongio de hombros. - Por todo esto, por no irte.
- shshsh. Colocando su dedo suavemente sobre sus labios. - ya te dije que no es nada, estoy aquí porque quiero. Acariciando sus labios de seda, Ella formo una sonrisa con sus labios.
- Me encantas, cuando sonríes. Ella se volvió a sonrojar. - Eres hermosa, un ángel, eres irreal.
- Deja de decir bobadas, si no me sentire importante. Basilo.
- Eres importante, te amo. Susurro, ella solo sonrio y continuó curando su otro brazo, ella no podía decir aun si lo amaba, tenia muchos sentimientos que la confundían, el beso de Mark hacia unas noches atrás, pero por otro lado estaba que podía ser él quien mato, o ayudo a matar a su padre, y el enmascarado y sus amenazas y posesión, y ahora Xavier su ternura, protección, él de cualquier manera era el indicado, pero y el bebé?, de alguna manera ella lo veía con un impedimento entre ambos.
- Listo. Sonrió.
- Crei que te perdía.
- Que dices?.
- En tus pensamientos. Evolet bajo la mirada.
- Es que estoy muy confundida, Xavier, a mi me encantaría aceptar tu petición. Y el sonrió contento. - Pero. Bajo la mirada. .

- Pero?.
- En otras circunstancias, no te quiero amarrar a un niño que no es tu hijo, y a este riesgo.
- No me amarras a nada. Se acerco a ella y la abrazo, quedando ella entre sus piernas, sentado en el borde de la cama.
- Yo quiero estar aquí, con tigo, antes que el bebé apareciera, no creas que es lastima, no esto es de antes, solo que era un tonto, un bobo y no crei jamas que te fijarias en mi. Ella lo miro con ternura.
- Seria imposible no hacerlo, eres lo mejor que me ha pasado.
- Entonces, que nos detiene?. Con felicidad en sus ojos.
- Creo que nada. Sonrió.
- Solo nosotros mismos podríamos detener esto. Se encogió de hombros. - Y mientras tu no me detengas, solo la muerte podrá detenerme de estar a tu lado.
- No digas eso por favor, no quiero que mueras.  Lo abrazo y él a ella, beso su cabello y su frente.
- Vamos a dormir.
- Quedate con migo.
- Luego, temo lastimarte. Se separo de él y beso su mejilla, le sonrió. - Descansa, sueña con ángeles.
- Con tigo. Le guiño el ojo.
- Esta bien. Se puso de pie y camino a la salida, se detuvo en la salida y antes de salir le dio una ultima mirada y una enorme sonrisa, que causo en él miles de emociones, cerro la puerta tras de ella y camino a su habitación mas segura , muchos de los malos pensamientos e inseguridades habían desaparecido con aquellas palabras, había comprendido de una vez por todas que no era lástima, y que si él quería estar con ella eran por sentimientos reales, y no por capricho, lastima, sexo o obsecion, ahora solo quedaba que ella perdiera la desconfianza, y comenzara a sentirse mas tranquila y menos temerosa, y empezara a corresponder también su cariño, se sentía tan lastimada que temía volver a dejar su cariño en cualquier mano, y también temía en el fondo no corresponderle y lastimarlo, pero debían arriesgar.

Se metió en su cama y se acurrucó para dormir, estaba cansada habían sido días muy agotadores y reveladores, y con muchas asuntos por resolver, en un instante fue cayendo en un sueño profundo.

Eran las seis de la mañana y Evolet se removía inquieta entre las sabanas, era notable que estaba teniendo un sueño no muy ameno.

En el sueño, se veía a si misma recostada en un verde césped,(lo se es extraño verte a ti mismo en un sueño).  Observaba las estrellas, una persona estaba a su lado y conversaban muy tranquilamente, mientras se tomaban de la mano, a la distancia que estaba no podía observar  el rostro de quien la acompañada, sin duda sabia quien era conforme se fue acercando escucho su conversación.

 EVOLET +18 (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora