carpeta vacía.

las cosas del querer.

-Agoney... -le digo cuando acabamos, caemos rendidos y me abrazo a él-. Nunca hemos tenido una cita.

Se sobresalta. Siempre he sido yo quien ha estado más cerrado a mostrar nuestra relación en público, por lo que no me extraña que se asombre. Por un segundo me asusto, al fin y al cabo, quizás él tampoco quiera, pero entonces le saco la sonrisa más brillante que le he visto nunca.

-¡Me encantaría! -empieza a dar saltitos y acabamos rodando por la cama abrazados.

Me da muchos besos por la cara y me emociono al ver la ilusión que le ha hecho. 

Tal y como pasó con Nerea, Miriam abre la puerta y viene corriendo hacia nosotros, que estamos desnudos, abrazados y enredados en las sábanas.

-¡Le he confesado que me gusta, YAS! -grita emocionada, sin darle importancia a cómo estamos.

-¿Y qué ha pasado? -responde Ago emocionado.

-¡Me ha besado! -los tres gritamos de emoción.

-¿Habláis de mí? -interviene la voz de Amaia desde la puerta-. Buah, qué horror, qué vergüenza.

Todos reímos tras su comentario. Amaia es una persona muy especial y qué alegría de que ella y Miriam por fin comiencen algo.