carpeta vacía.

sin nunca tener nada.

Diario de Raoul: 

Me paso días y noches enteras intentando no culpar a Agoney sobre cómo me siento. Justificando nuestra ruptura con todo el dolor que siente. Pero es tan difícil. Y estoy tan roto. 

Me siento como una mierda. Inútil. Por no poder ayudarle, ni poder hacerle hacerle sentir mejor. Y al mismo tiempo sin ser capaz de ayudarme a mí mismo, sin poder dejar de sentirme tan mal. Todas mis amigas se han dado cuenta y constantemente me preguntan qué me pasa y si necesito hablar, pero nunca les confieso que Agoney y yo hemos roto.

Me parte el corazón solo pensar en ello. Y ya van cinco días desde que me dejó.

Realmente llegué a verle como mi esposo. Pensé tantísimas veces en cómo sería nuestra boda. Vivir nosotros solos. Formar una familia, llamar a nuestro hijo Álvaro para apodarle como Alvarito... Y ahora, nada. Vacío. Dolor.

Nunca voy a perder la esperanza. Quiero pensar que cuando esté mejor quiera que volvamos a empezar. Porque nada me haría más feliz que eso. Y ojalá pudiera ayudarle, quererle y cuidarle en estos momentos tan difíciles de su vida. Pero sus muros para protegerse del exterior están más altos y robustos que nunca. Ni yo ni nadie podemos pasar.