Casado con el villano

Capítulo 43

Capítulo 43

El Sr. parecía estar enojado.

　　 

Pero por un tiempo, Jing Xun no pudo decir si fue su accidente lo que enojó a la otra persona, o porque no gritó cuando tenía dolor.

　　 

Solo puede inclinar la cabeza, levantar el cuello temblando y mirar a Shen Yijin, tratando de parpadear de una manera linda: "... ¿Elijo c?"

　　 

Sin embargo, vender meng fue infructuoso.

　　

 Jing Xun finalmente hizo que la otra persona le desabrochara el cinturón.

La montaña estaba muy tranquila por la noche.

Solo se oía el sonido de las cigarras y los grillos, pero las ventanas estaban bien cerradas, por lo que no podían oírlas en el interior. Además, la habitación era espaciosa, por lo que Jing Xun solo podía escuchar el sonido de la tela crujiendo junto a sus oídos.

　　

 Jing Xun enterró la cabeza completamente en la almohada y no se atrevió a moverse de nuevo.

　　 

Sintiendo una pizca de frialdad en su cintura, trató de decir algo para desviar su atención: “Señor, en realidad no es tan grave… ¿Quién no se ha caído antes? en realidad no es nada ".

　　

Pero Shen Yijin obviamente no lo creía, porque los movimientos de sus manos eran aún más rápidos y diestros.

　　 

“……”

　　 

El sonido del frotamiento de la tela se detuvo y hubo más frialdad en la parte inferior de su cuerpo. Jing Xun escuchó a Shen Yijin decir: "Xiao Xun, te han golpeado aquí".

　　 

Sus dedos acariciaron ligeramente el lugar herido. Jing Xun inconscientemente se estremeció, agarró la almohada con fuerza y ​​dijo "Oh".

　　

No es dolor, es solo esa parte ...

　　 

Sin girar la cabeza, supo que Shen Yijin ahora se inclinaba y miraba allí, mirándolo con mucho cuidado.

Al pensar en esto, Jing Xun no pudo evitar temblar y no pudo relajarse en absoluto.

　　 

Pero Shen Yijin pareció pensar que estaba herido, y sus movimientos de repente se volvieron mucho más ligeros.

　　

Jing Xun no podía ver su expresión ni sus ojos. Solo sabía que se había aplicado un ungüento frío en el área afectada, y la voz de Shen Yijin también se había vuelto mucho más ligera: "Si duele, dilo, ¿de acuerdo?"

　　 

"... .." Jing Xun: "Um."

　　 

Pudo soportar el dolor porque, muchas veces, gritar era inútil.

　　 

Pero ahora ya no duele.

　　 

Realmente no duele.