Casado con el villano

Capítulo 78

Capítulo 78: Guardián absoluto

Cuando se despertó de nuevo, todo seguía oscuro a su alrededor.

Jing Xun rodó debajo de la cálida colcha y no se sorprendió al descubrir que la persona a su lado no estaba aquí, pero luego sonó un trueno, lo que lo sobresaltó y abrió los ojos abruptamente.

–Ya había salido el sol.

Pero estaba lloviendo y estaba nublado afuera.

No tenía idea si se debía al clima lluvioso, pero toda la habitación le hacía sentir frío.

Jing Xun no podía molestarse por esto. Bajó de la cama y vio la figura de Shen Yijin al menos a diez metros de distancia.

Todas las mañanas a las 6:30, Shen Yijin abría los ojos y se levantaba a tiempo.

Ahora eran las 6:08 de la mañana, pero Sir estaba de pie frente a la ventana, pulcramente vestido.

No había luz en la habitación. Fuera del marco de la ventana tallada retro, había un cielo nublado y una ligera llovizna caía.

El cielo golpeado por un rayo en este momento se reflejó en un sombrío tono púrpura.

El exterior era solo un poco más brillante que el interior.

Shen Yijin estaba de pie en medio de la tenue luz del día que penetraba.

Llevaba una simple camisa blanca y pantalones de chándal.

Una de sus manos se insertó casualmente en el bolsillo, mirando de lado, su postura aún era muy erguida, comparable a la postura militar, con la espalda esbelta y recta, tan afilada como una espada desenvainada.

Al ver esta escena, Jing Xun detuvo sus pasos, luego levantó rápidamente sus pasos, acercándose a la dirección de la otra parte a una velocidad más rápida.

Cuanto más se acercaba, más se daba cuenta de que el rostro de Shen Yijin estaba tan inexpresivo como siempre.

Las comisuras de sus labios estaban tensas mientras miraba profundamente por la ventana. Solo se quedó mirándolo, sus pensamientos o la razón por la que se quedó allí inmóvil eran desconocidos.

El área del dormitorio en la casa principal de la familia Shen era demasiado grande y espaciosa. Cuando pisó la gruesa alfombra de lana, creó ecos de sus pasos.

Entonces, aunque afuera había mucho ruido, Shen Yijin aún encontró al joven acercándose a él.

Primero giró la cabeza, su mirada se movió lentamente desde el exterior de la ventana hacia el interior, y finalmente se posó en el joven descalzo.

Llevaba una simple camiseta holgada, y el dobladillo de la camiseta solo cubría la base de sus piernas.

Jing Xun no usaba pantalones.

Las delgadas plantas de sus pies estaban profundamente hundidas en la gruesa alfombra de lana, solo los empeines blancos como la nieve estaban expuestos. Más arriba estaban los tobillos delgados y las pantorrillas rectas del joven.

Desde que el joven pisó la alfombra, Shen Yijin no estaba demasiado tenso, ni caminó a su lado de inmediato.

Solo miró al joven lentamente, de arriba a abajo, y luego de abajo a arriba.

Finalmente, inclinó ligeramente la cabeza y preguntó: "¿Xiao Xun?"

"¿Por qué te levantas tan temprano?"

Su discurso era mucho más lento de lo habitual.

La inexpresiva Shen Yijin parecía tener dificultades para decir una oración tan completa.