Capitulo 10

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LLegamos a la casa de Álex , mas bien a su departamento. Que raro el no vive en la calla Willsonvige como los demás motociclistas. 

Me baja de la moto cargándome en sus hombros, no trato de luchar ya que no voy a poder contraer el. Abre la puerta entramos y me deja caer en el suelo. Dándome un fuerte golpe en el trasero.

—¡Eres un idiota!— me levanto del suelo.

— Soy el idiota que todos quieren.— me contesta. Tiene razón es muy cretino, pero todo el mundo lo adora. Hasta yo lo adoro. 

Veo que su departamento no es tal y como me lo imagine: con revistas pornográficas, posters de chicas, todo desordenado y con un olor a rancio. Es todo lo contrario. Esta muy bien ordenado, no hay revistas ni posters de chicas. Lo tiene muy bien decorado. Huele a Vainilla.

Ray y Molly entran detrás de nosotros, Ray cierra la puerta. Le susurra algo a Molly , la agarra de la mano y se van a un cuarto. 

—Bien, nuestros amigos van estar ocupados... ahora nosotros.— dice Alex. Me jala de la muñeca y me conduce por un pasillo. Nos detenemos en una puerta. Es el cuarto de Álex. Cielos su cuarto esta llenos de libros, nunca imagina que el tuviera tantos libros, veo que tiene libros de los que yo eh leido. Creo que lo juzgue mal. Me siento terrible por pensar mal de Álex.

—Bien, puedes sentarte en la cama y... voy a traer algo de botana. Y empezamos a estudiar.— suena muy contento, como si al tenerme cerca de el le llegara la felicidad. Muevo la cabeza. El sale por el largo pasillo. Me quito la chaqueta y la dejo caer en la cama. Wow esto me tiene muy asombrado.

Entra Álex tarareando un canción que no descifro cual es , lleva un refresco , dos vasos de color verde limón y una bolsa de papas. Pone las cosas  en una mesa y destapa el refresco. Sirve en los vasos y me ofrece uno.

—Gracias.— digo con una gran soronjez en las mejillas. Me sudan las manos.

Me lanza una breve sonrisa.

—Okay, empecemos a estudiar.— se dirige a un librero y saca 6 libros de todas las materias que vendrán en el examen.—¿Cual son las materias que más se te complican?

—Todas. — digo en un suspiro. Dejo el vaso en la mesa para que no se me resbale.

Suelta una carcajada.

—¡Pues empecemos!— resopla Álex, frotándose las manos.—¿Quires escuchar música?

—Si un poco de música no estaría mal.

Se dirije a un cajón saca varios CD's de diferentes bandas de rock. No me gusta el rock. Pero me sorprende un CD . Es de Taylor Swift.

Lo agarro y se lo enseño.

—¿Es enserio te gusta Taylor Swift?— siento que se me va a salir una carcajada es un poco cómico que a un chico como el , le guste Taylor Swift.

—Si, se que es gracioso que a un chico como yo le guste Taylor Swift. Pero también tengo mi lado sensible.— se le borra la sonrisa de la cara.

—A mi también me gusta Taylor Swift.— su sonrisa regresa a su cara
— Ponlo ahora.— digo.

Después de estudiar 3 horas y escuchar el CD de Taylor Swift estoy exhausto, pero gracias a Álex comprendo mejor todas las materias. Más las Matemáticas que son las que me fallan.

—Ya es tarde, tengo que irme.— agarro mi chaqueta.

—No espera... quedate una hora más.— dice  Álex agarrando mi muñeca.

—Okay me quedare otra hora más.— su sonrisa me encanta.— pero solo una hora.

Empezamos a hablar de todos mis trabajos fracasados, el solo me escucha y se ríe a fuertes carcajadas. Luego el me habla de sus carreras ganadas. Es impresionante. Después jugamos Zombiland es su Xbox. Álex se quita su camisa roja. Solo queda con una camiseta blanca sin mangas. Me muerdo el labio, ¿Por que cada vez que lo veo así me pongo nervioso? 

—Ven vamos a jugar, parate— me levanta de la cama.

Empezamos a fingir una pelea de box. Yo solo me río al ver su cara de concentración que pone Álex. Me tira al suelo, sube en mi su redondo  trasero  el cual esta en mi estomago, pone sus manos encima de las mias. No me puedo mover. Es obvio que es mas fuerte que yo.

Nos quedamos viendo. Sus hermosos ojos grises se clavan en los mios. Es tan guapo. Tan perfecto. Tan lindo. El corazón me late con tanta fuerza que me duele el pecho. Me gusta tenerlo cerca de mi. Oler su aroma , el cual huele a menta, y sudor, es excitante. Eso provoca que lo deseé a el.

El se baja a mis labios. Y me besa.

Se me para el corazón. Álex me esta besando. Sus labios saben deliciosos y se sienten tan suaves, deseo que jamas acabe.

Después de 8 segundos reaccionó y lo empujo al otro lado, el cae y se para demasiado rápido.¿Por que lo hizo? ¿Y por que me gusto el beso? Si yo no soy gay.¿Oh si? Ya ni se nada de mi.

—¿Que te pasa?— empujo a Álex y me paso el brazo por mi boca; limpiandome el beso.

—Yo... lo siento.— sus mejillas se ponen rojas y veo que empieza a sudar de lo nervioso que esta.—Dejame explicártelo... es que tu...

— ¡Yo que!— le grito, pero no se si estoy furioso con el por besarme , o conmigo mismo por apartarme de ese delicioso beso. 

—¡Tu me gustas! — grita con tanta fuerza que su voz  retumba en mis oidos.— ¿Esta claro?— se sienta en la cama baja su cabeza y empieza a maldecir.

—¿Lo dices enserio?— alzo mi ceja, esperando su respuesta. Al ver que no responde por que esta nervioso le hago otra pregunta.—¿Eres gay?

Se levanta de la cama.El baja la mirada al suelo. 

—Si.— me contesta. El corazón se me detiene. No lo puede creer. Uno de los chicos mas rudos de todo Portland  es gay.— Si soy gay 

—No te creo...  ¿Sabes por que no te creo? ¡Por que he oído que tu ya te tiraste a todas las chicas de Portland! ¿Que acaso eso es falso?¿Son solo rumores? ¡Contesta!

—No... No son rumores.— Álex  esta muy nervioso, veo que se limpia el sudor de sus manos en sus jeans. Pero también siento que esta triste. Jamas lo había visto así  de inseguro y decaído.— Claro que me he tirado a las chicas pero... es solo para que no descubran mi homosexualidad. ¿Sabes que pasaría si los motociclistas se enteran de que soy gay?— su voz suena furiosa. 

—¡No creo nada de lo que dices!— agarro mi chaqueta con furia, y me voy de esa estúpida habitación. Cierro la puerta con un fuerte golpe. Por suerte Álex no me sigue.

Molly sale de la habitación de Ray. Me alcanza y me detiene.

—¿Que pasa Derian?— dice con su suave voz.

—Me tengo que ir.— siento que voy a llorar y no se por que razón.

—Yo me voy contigo. 

Salimos del departamento. Camino a casa. 



























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