5° La invitación

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El despertador suena y con mucha pereza lo apago. Abro mis ojos y recuerdo que no estoy en mi casa, me va a costar acostumbrarme a todo esto. Cojo la ropa que me voy a poner y me adentro en la ducha. Agua fría es lo que necesito en estos instantes. Necesito espabilarme.

Me miro en el espejo, unas ojeras acunan mis ojos, ni siquiera me voy a molestar en ocultarlas.

Con un suspiro salgo del baño y bajo las escaleras.

Escucho el ruido de unos platos chocando y me tenso, dudo si entrar a la cocina, no quiero toparme con ese imbécil, pero unos rugidos provinientes de mi estómago me obligan a entrar.

Al cruzar el umbral de la puerta veo a una chica pelirroja. ¿Quién es ella?

Instintivamente recuerdo los gemidos de ayer. Genial.

La chica pelirroja está sentada en una silla alta comiendo cereales, ni siquiera repara en mí.

Hago un carraspeo y levanta su mirada para sonreírme.

—Hola. —Dice con una voz dulce.

Me limito a sonreír y prepararme un café.

Unos pasos bajando las escaleras me avisan de que Mikel está aquí.

Me apresuro a terminar el café y salgo antes de que me vea. Mala suerte.

Casi me choco con él al intentar huir.

—¿Dónde vas tan rápido? —Habla con una sonrisa.

—Al trabajo. —Digo en tono neutro sin mirarle a los ojos.

Levanta mi barbilla obligándome a mirarle.

—Recuérdame qué es lo que tienes que hacer hoy. —Susurra.

—Invitar a Chloe a una maldita fiesta. —Espeto con rabia.

Asiente y me da un papelito. 

—Ahí es a donde debéis ir. —Con un rápido movimiento me da un beso en la mejilla. —Adiós.

Me aparto bruscamente reanudando mi camino mientras me limpio su beso de la mejilla. Asqueroso.

El mismo hombre de ojos azules que ayer me ayudó a levantarme, me espera en la puerta de un coche.

Me paro en seco y le miro.

—Vas a llegar tarde a tu trabajo. —Me hace saber con un tono burlón.

Me acerco a él.

—¿Me vas a llevar tú? —Cuestiono.

—Si quieres ir a pie me lo dices. Aunque no creo que quieras andar durante dos largas horas. —Mierda, ¿tan lejos estamos?

Me rindo y entro en el coche, tendremos un largo viaje.

—¿Cómo te llamas? —Le pregunto.

—Dave. —Dice sin apartar la mirada de la carretera. 

—¿Cuantos años tienes? —Es demasiado joven para estar metido en todo esto.

—Diecinueve años. —Abro mis ojos con sorpresa. Es un crío.

—¿De qué conoces a Mikel?

—Oye Nina, mi deber es llevarte al trabajo y recogerte, no hace falta que intentemos ser amigos. ¿Vale? —Y por primera vez, sus ojos azules me miran enfadado.

Me quedo callada durante el resto del viaje.

—Ya hemos llegado. —Apaga el coche y me mira. —Oye... Siento haberte hablado así, pero no se me permite tener ningún tipo de relación contigo. Además, estamos vigilados todo el tiempo. —Señala hacia la esquina del techo del coche y veo una pequeña cámara.

Lo hice por él [Venganza #2]Where stories live. Discover now