Lo hice por él [Venganza #2]

19° En su pasado

—Tenemos poco tiempo para planearlo todo. —Hablaba Mikel apoyado sobre la mesa del salón.

Había convocado una pequeña reunión, eso quería decir que estábamos Dave, Lyra, él, yo y una pareja que no sabía quien era.

—En cuanto salga del coma, le vigilaremos, sabremos si va de fiesta o no. —Mikel parecía muy decidido con este plan, y no estaba dispuesto a cancelar su venganza, aún cuando se lo había pedido casi de rodillas. —Así que tú, Nina, te acercas a él con el pretexto de hablarle sobre Chloe, le invitas a una fiesta que un amigo tuyo va a hacer y después de eso entra Lyra en acción.

—Ningún amigo va a hacer una fiesta. —Protesto, eso no tenía sentido.

—Pues le convences a alguno para que lo haga, joder. —Su cambio de actitud repentino me descolocó, y más aún cuando hace menos de dos minutos que me estaba abrazando. —Alex, tú te harás cargo de Chloe. —Le manda una mirada confidente. —Y luego Lyra hará el resto.

¿Pero qué gilipollez de reunión era esta? Estaban hablando mediante una especie de código o qué? No estaban especificando absolutamente.

—Bien, se acabó la reunión, ya hablaré con cada uno individualmente. —Se incorporó y fue hacia la entrada para despedirse de los que no vivían en la casa. —Tú, Chanel, mantente alejada de Alex. No quiero que vayas a la fiesta ese día. —La chica rubia asintió y se fue de la mano del tal Alex.

—¿Qué ha sido eso? —Pregunto una vez se han ido todos.

—¿El qué? —Me cruzo de brazos y enarco una ceja.

—Para decir cuatro palabras les hubieras mandado un mensaje. Sigo sin saber el plan.

—Mientras menos sepas mejor. Tú limítate hacer lo que te he mandado. —Su tono serio me enfurece, de verdad que me enfada.

—No pienso hacer nada. No sé qué consecuencias tendrá. —Le miro desafiante, no voy a dejar de incordiar hasta que me cuente absolutamente todo.

—¿Qué es lo que quieres saber? —Parece rendirse y sonrío.

—Todo, Mikel. Todo... Desde por qué ideaste todo esto hasta saber cual es el fin. —Y aunque sabía el porqué y la finalidad, había varias partes en el transcurso que estaban sueltos, no podía atar bien los cabos.

—Vete arriba, luego subo. —Su mirada se oscureció aún más, y no ayudaba nada el hecho de tener los ojos negros, parecía que era capaz de hacer cualquier cosa mala.

Tragué saliva y subí, no porque me lo ordenase, sino porque pasaba de discutir con él.

Escuché la puerta de la casa cerrarse y segundos después el motor de un coche siendo arrancado. Genial.

Aproveché para ducharme, tardé bastante, lo suficiente como para que Mikel hubiera regresado. Pero no fue así. Ya era de noche.

—Eh, pequeña. —Dave tocó la puerta de mi habitación antes de pasar. —¿Por qué tan deprimida? —Sonrió y se tumba a mi lado.

—Solo estaba pensando. —Me pongo de lado y le abrazo.

Mantenemos el silencio hasta que una duda se me pasa por la cabeza.

—¿Tú te acuerdas de tu madre? —La pregunta salió casi disparada de mis labios.

—¿Priya? —Preguntó, supongo que se refería a su madre adoptiva. Asentí.—No, sólo tenía un año. Pero esa mujer me dio una oportunidad, una oportunidad que mi progenitora no me había dado. —Pasó su brazo por detrás de mi cabeza y me miró. —Le debo mucho a Tessa. Y más a Mikel. Él ha sido quien me ha cuidado toda mi vida. —Sonríe.