¿Mutuo?

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DEDICADO A Yanii_mochii
Capítulo 9

Otro día más sólo con el gorro en frente esperando bondad de la gente que pasaba. A Elie le había durado el berrinche más de lo acostumbrado. La verdad no tenía muchas esperanzas ese día de ver a la dama del sombrero tampoco pues, llevaba varios días sin pasar y mis sospechas de no volver a verla se estaban haciendo realidad.

Me costaba estar afuera ese día porque hacía un frío terrible y nevaba un poco. En el paisaje se notaba cierta melancolía y el ambiente nostálgico casi daba ganas de ponerse llorar. La calle estaba vacía y solitaria, entonces vi una escena que jamás olvidaré. Era ella, esa dama que iba vestida con una traje azul marino muy ecubridor por todas partes y un abrigo peludo que le daba un aspecto muy tierno.

Ella levantó la mirada y alcancé a ver que se ruborizó un poco, pero no más que yo cuando pude mirarle directo a los ojos. Ella tenía ese poder de cambiar mi estado de ánimo con solo una mirada. Pasó muy cerca de mi e intentó ocultarlo, pero yo sí noté que me miraba por el rabillo del ojo a medida que avanzaba hacia adelante. Y como tonto que soy, la seguí.

Sí, puse el dinero en mi bolsillo y caminé tras ella quien aparentemente lo notó pues su paso se volvió más lento cada vez. Mientras tanto, yo me encontraba en un debate interno sobre si hablarle o no hacerlo. Pero para mi sorpresa, no fue necesario.

—¿Acaso me está siguiendo.. señor? —habló con dificultad.

Había algo extraño en su voz, algo que no era del todo normal.

—¿Qué pasa si digo que sí? —respondí.

Aún seguía caminando tras ella, así que nuevamente como tonto que soy aceleré el paso y caminé junto a ella.

—Una p..regunta no se responde con ot..ra. ¿Por qué me sigue?

—Tu sabes la respuesta —jugué con una sonrisa de medio lado.

Ella sonrió. Acababa de sonreír, hoy me daría un desmayo. Me quedé mirándola distraídamente y al notarlo, bajó el rostro acomodando su característico sombrero.

—La ver..dad, no creo que la curiosidad sea una razón.

—Entonces ¿Qué sugieres?

No respondió.

Antes de darnos cuenta ya estábamos en   las afueras de la ciudad donde el paisaje era todavía más melancólico. Había un árbol completamente deshojado con una columpio que daba un toque perturbador al lugar. Bien, no era el lugar más interesante del mundo pero había llegado el momento de confesar mis sentimientos, está vez de verdad y sin una niña chismosa de por medio.

—Creo que deberíamos hablar —dije agarrando su mano.

Inesperadamente no se soltó.

—Yo, creo lo mismo.

Estaba muy sorprendido, es más estaba idiotizado. Y acababa de inventarme esa palabra.

Entramos en una cafetería para calentarnos un poco del frío invierno y nos sentamos en una pequeña mesa junto a la ventana con vista al tétrico paisaje. En poco tiempo teníamos dos cafés baratos frente a nosotros.

—Me llamo Monik —informó dando un sorbo ligero al café con suma delicadeza y retirando su sombrero.

—Lindo nombre, gracias por decirme.

Intentaba disimular mi emoción.

—Se que morías por saberlo —sonrió de forma pícara.

Me sorprendió lo directa que podía ser, ahora era mi turno.

—Me interesas como mujer, y si lo permites quiero conocerte mejor —expresé.

Ella me miraba muy seria, pero no se veía sorprendida. Se sentía bien haber soltado todo de una vez, pero me temía su reacción.

—También me interesas —respondió después de unos segundos y ya en mi mente estaba celebrando —Pero esto no puede ser —zanjó alternando su dedo entre ambos.

Por inercia y tal vez una pizca de rabia me bebí de una todo el café.

—¡Ohh! —gritó asombrada poniendo sus manos en la boca.

—¿Qué? ¡¿Qué pasó?!

—¡Mi voz! —volvió a chillar.

Era la primera vez que veía reacciones tan marcadas en ella, aún me estaba acostumbrando.

—Yo.. soy tartamuda e.. inexplicablemente contigo puedo hablar normal —explicó.

Ya iba comprendiendo, mi cerebro comenzó a atar cabos y entonces lo entendí. Por eso aveces su voz era rara.

—¿Y lo eres de nacimiento? —continué con el tema intentando desviar mi mente del rechazo.

—La verdad no es de nacimiento, pero siempre lo soy a no ser, ...cuando me siento a gusto.

Espera.. eso significaba que estaba a gusto conmigo ¡Estabamos avanzando!

—Pienso que deberíamos salir, es un bonito día —propuso.

Supongo que su concepto de "bonito día" estaba algo distorsionado.

—Veo que te gusta el invierno.

—El frío y la nieve son mi pasión.

Salimos fuera y el frío era más ligero que antes. Vi que se dirijía al perturbador columpio y no me quedó más remedio que seguirla.

Se sentó en él y decidí volver a sacar el tema. Cuando se acomodó en el columpio y yo extrañamente me paré a su espalda.

—¿Por qué ha sido tan difícil poder hablar contigo? —susurré muy cerca de su oído.

Se asustó un poco y dio un ligero brinco girando su cabeza hacia mi y a mi ridículo intento de romántico.

—Quería ver hasta donde eras capaz de ir por mí —confesó tranquilamente.

Comencé a mecerla desde atrás.

—La honestidad es una de tus cualidades.

—Eres bueno leyendo a las personas. Deberíamos vernos más seguido —dijo muy directa.

Ahora era mi turno de dármelas de difícil.

—No decías que 'esto' no podía ser —hablé poniéndome frente a ella.

—Tal vez he cambiado de opinión.

Pude ver su sonrisa astuta cuando me paré en frente, eso casi hace que le agarre de una mejilla por tanta ternura.

Tenía curiosidad sobre algo hace un tiempo e iba aprovechar la oportunidad para saberlo.

—Por cierto Monik, el otro día. ¿Cómo Sabías el nombre de mi hermana?

Se lo pensó un momento y sonrió confiada.

—Puede que quizás yo también te haya estado observando.

Y ahí me convencí que todo era mutuo.

N/A
Holis diganme que les parece la historia hasta ahora.
Y opinión de Monik.
Gracias por cada voto y comentario 😘

La dama del sombrero (TERMINADA)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ