Epílogo

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Epílogo

Narra Jayled

—No se bien como definir mi historia, no todo fue color de rosa en ella, Monik y yo pasamos por muchas cosas para poder estar juntos. Después de muchos intentos la vida nos recompensó y nos amamos como nunca —le dije a Albert.

El me miró sorprendido.

—Amigo, te cuento todo esto como despedida. De verdad espero que tengas una buena vida, debes saber que fuiste de las pocas personas que recordaré de este lugar al que no pienso volver. Este es un adiós para ti y para Londres —finalicé mi despedida con un abrazo.

Albert se mostraba serio e implacable, puede que en el fondo ambos nos echaríamos de menos, pero lo cierto fue que no dijimos nada al respecto.

—Cuidate, Venezuela será un buen lugar para tí, para tu familia y para tu pareja. Me alegra que pienses en ella, necesita sanar y aquí no lo logrará jamás.

Me asustaba un poco enfrentarme de nuevo a un cambio. Por fin después de varios meses más de duro trabajo habíamos logrado reunir el dinero del viaje entre todos.

—Los nuevos comienzos son necesarios aveces —susurré más para mí mismo que para Albert.

...

—Se que aquí nasiste y creciste, se que esto es todo lo que conoces, pero también sé que irnos será lo mejor —comenté a Monik mientras hacíamos las maletas.

—Lo sé y estoy de acuerdo, pero extrañaré a Ágatha, y la Academia, tal vez es poco pero significan mucho para mí. Los cambios asustan —confesó.

—¿Has pensando que tal vez te ayude escribir tus sentimientos en un papel? Eso puede hacer que sueltes todo lo que llevas dentro. Es sanador. —sugerí.

No respondió pero se lo pensó y entonces supe que lo haría. Al final, a pesar de todo lo vivido habíamos aprendido muchas cosas. Por ejemplo: Monik aprendió a hacer de sus debilidades una fortaleza. Que las inseguridades no nos definen, entendió que somos más que una cara, un cuerpo o un cabello bonito, somos humanos y eso nos hace valiosos sin importar si tenemos una cicatriz o un problema de personalidad. Sin importar si somos ricos o pobres, si somos parte de una familia disfucional o no.

A pesar de que ella dejó del lado su sombrero y con él sus complejos, para mí siempre sería esa dama que conocí con sombrero a la luz de la farola de la calle Spigman una vez.

N/A
Debajo está la nota de autora final y las imágenes, dibujos digitales y cuirisdades.

La dama del sombrero (TERMINADA)Where stories live. Discover now