01 || La teoría del caos

5.4K 483 983
                                    

Matemáticas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Matemáticas. (Y otras ciencias)

Difíciles de explicar y complicadas de entender para algunos, la cosa más fácil en el mundo para otros.

En esta ciencia en particular existe una rama en específico llamada nada más y nada menos que la teoría del caos.

Para una persona a la que le cuesta mucho esta preciosa disciplina, le encantaría explicarte cómo se ve esta hipótesis desde sus ojos.

La teoría dice que un acontecimiento insignificante puede tener consecuencias importantes, eso quiere decir que el aleteo de una mariposa podría llevar un desastre natural hasta el otro lado del mundo.

Aplicando todo lo que te estoy contando a esta historia... Bueno, mejor te cuento lo que sucedió.

Era una noche confusa cuando la mariposa voló por segunda vez en el día.

Seren miró directo a los ojos al chico que minutos antes había besado.

Estaba avergonzada.

Pero no por el beso, sino por el vómito que había expulsado sobre sus zapatos (que, para su mala suerte, además se veían carísimos).

Hubo un silencio de parte de sus acompañantes. Un silencio que lo decía todo, o al menos así lo era para ella. Se sentía mareada y también necesitaba colocar su cabeza debajo del subsuelo si eso era posible.

Pero espera, sé que no estás entendiendo nada. Mejor regresemos a unas horas antes de esa fatídica noche.

¡Qué sería la vida sin contexto! ¿Verdad?

En fin, todo empezó la misma tarde que Seren terminó su transmisión. Lana, su mejor amiga, estaba entusiasmada con la presentación de unos nuevos auriculares que las querían patrocinar.

—No solo son funcionales porque tienen un sistema de sonido muy bueno, y con cancelación de ruidos. Son inalámbricos, tienen un micrófono increíble y se cargan con luz solar o de la forma común. ¡Están hermosos! —anunció la rubia sentándose a su lado. Seren sopló uno de sus mechones ondulados fuera de su frente y terminó de ordenar su escritorio antes de salir a descansar.

—Ya leí el correo de Leonardo, sí. Pero aquí la cuestión es, tendrán una fiesta después, ¿verdad? —cuestionó dándose la vuelta para tener una mejor visión de su amiga. Lana sonrió de forma traviesa al notar que la había descubierto. —Te conozco hace más de diez años, Lana. Sé más de ti que tú misma. ¿Te emocionan los auriculares? ¡Por supuesto! Pero lo que quieres es salir de fiesta y terminarte hasta el agua de los floreros.

Lana se recostó sobre el suelo y estiró los brazos como preparándose para armar un ángel de nieve. Seren sonrió negando con la cabeza al notar que empezaría con su drama habitual.

—Tú amas las fiestas tanto como yo, pero decidiste esconder esa carita hermosa que Dios te dio y ahora no sales conmigo. ¡Dime que me odias ya! —Se quejó. Seren no dijo nada, pero se rio. Estaba acostumbrada a ese intento de chantaje emocional.

PíxelesWhere stories live. Discover now