Veintidós.

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Pasaron cinco días sin Harry, sin Gemma, sin Michael, sin nadie. Estaba bastante aburrida.

Michael también se había ido por unos días a casa de sus abuelitos a las afueras de la ciudad por lo que me contó Ashton.

Miré mi teléfono "sin notificaciones", rodé los ojos y me levanté de la cama, toqué mi cabello y seguía húmedo de la noche anterior. Me puse mis pantuflas y bajé por las escaleras.

Y así que, como no había cenado absolutamente nada anoche, me desperté más temprano de lo normal y moría de hambre, así que decidí hacerme un desayuno "Gourmet".

Bajé hasta la cocina, saqué fresas de la nevera, recién las había comprado mi padre. Saqué el pan de caja, mermelada de fresa y algo de mantequilla, iba a hacer las típicas "french toasts." Puse a tostar dos panes en lo que cortaba las fresas a la mitad.

Los panes salieron de la tostadora, me acerqué emocionada, moría de hambre y éstas eran de mis cosas preferidas para desayunar.

Saqué el par de panes de la tostadora y los puse sobre un plato, les unté con delicadeza un poco de mantequilla para mejor sabor, después tomé la mermelada y la iba a abrir pero para mi sorpresa, no pude. La mermelada estaba sellada y mis inútiles manos no podían abrirla. Calenté la tapa para poder y aún así no podía, le di unos golpecitos con un cuchillo a la tapa, tampoco.

¿Dónde estaba un hombre cuando se necesitaba? Oh, claro. Michael en casa de sus abuelos y Harry pasará la navidad en Londres con su familia, ¡hurra!

Intenté unas cuantas veces más y seguía sin poder. Salí de mi casa, en pijama y me senté en un escalón del porche con la mermelada en mis manos, esperando a que alguien pasara y me ayudara. El frío rozaba mis mejillas, y salía bao por mi boca.

Pasaron seis minutos y un chico iba caminando por la cera de enfrente.

Me levanté rápidamente para ir directamente a él.

—¡Disculpa! –Me acerqué a él, al igual que él a mi. Éste me miró confundido pues por que estaba en pijama, en el frío y con un frasco de mermelada entre mis manos.

Debía admitir que el chico estaba bastante lindo, bastante.

—¿Sí?

—Sé que esto es bastante raro pero no puedo abrir mi frasco de mermelada... —miré apenada el frasco.– y me preguntaba sí tú podrías hacerlo por mi, por favor. —le sonreí, él asintió con una leve sonrisa.

Él trató de abrirlo muy a la ligera y no pudo, a la segunda utilizó un poco más de fuerza y lo logró.

—Sí estaba muy dura. –rió.

—Muchas gracias. —le sonreí.

—No hay de qué, hasta luego. –me sonrió y comenzó a caminar.

—¡Espera! –él se detuvo y regresó a mi.– Sé que no te conozco y tú tampoco a mi y también sé que esto podrá parecer algo extraño pero, ya que abriste la mermelada, ¿te gustaría pasar a almorzar conmigo? –le sonreí.

Gemma probablemente me diría: "uhm oh, _____ sales con Harry, Michael está perdidamente enamorado de ti y tú coqueteándole a este hermoso chico. Mejor déjamelo a mi para yo también tener dos."

Aunque, no le estaba coqueteando en lo absoluto pero sentí que sería bueno dejar que almorzara junto conmigo ya que él había abierto la mermelada, si nadie más lo hubiera hecho probablemente hubiera terminado comiendo los panes sin nada más que las fresas encima.

—Uhm, claro. –sonrió.– Mi nombre es Shawn Mendes, ¿y el tuyo?

—______ Black. –Esbocé una leve sonrisa.– Pasa, Shawn. –lo dejé pasar primero.

Disconnected » Michael Clifford.Where stories live. Discover now