Cinco.

27.4K 2K 533
                                    

Me paré de golpe cuando me di cuenta de que no estaba en mi casa. Me había quedado dormida en el sofá de los Clifford. No había notado que traía una manta hasta que cayó al suelo.

-Por fin despiertas. -Escuché una voz ronca. Giré y estaba Michael desayunando un plato de cereal.

-Lamento haberme quedado dormida aquí, no sé qué me pasó. -Recogí la manta del suelo.

-Te quedaste dormida. -Dijo en tono obvio. Este chico no podía dejar de ser irritable por un segundo.

No contesté nada, ya que no quería comenzar un argumento a éstas horas de la mañana.

-¿Y Noah?

-Mamá lo lleva al colegio.

-Ah.. ¿Qué hora es?

-Cinco treinta.

-¡¿Son las cinco treinta?! ¡¿Qué demonios haces comiendo tan tranquilo?! -Me levanté del sofá rápidamente y comencé a guardar todos mis libros en mi bolso-. ¡Llegaré tarde!

-¿Quieres que te lleve?

-Igual llegaremos tarde. -Bramé.

-No llegaremos tarde. -Él se levantó de su asiento y tomó las llaves que estaban en la barra-. Vámonos. -Asentí y tomé mi bolso.

El edificio tenía su propio estacionamiento, quién lo diría. Michael caminaba con sus llaves en mano buscando su auto, yo sólo lo seguía.

-Aquí está mi bebé. -Dijo Michael.

Señaló un auto negro, sí no es que me equivoco, un camaro de último modelo. Él me indicó que subiera y obedecí, después él subió y comenzó a conducir.

Michael no lucía del tipo de usar un auto deportivo, lucía más de usar una moto, por su estilo de "chico malo".

-¿No podrías ir más rápido?

-Cómo digas. -Una sonrisa asimétrica apareció sin quitar su vista del frente.

Creo que había sido una mala idea decir eso, había comenzando a conducir demasiado rápido, y no podía ser más rápido por que la velocidad del auto no se lo permitía, pero sí hubiera podido, hubiera ido más rápido.

No dude ni un segundo y me abroché el cinturón de seguridad.

Minutos después se escuchó una patrulla detrás de nosotros. Michael se detuvo a un lado de la banqueta y un policía se acercó a nosotros.

-¿Por qué tan rápido chicos? Iban a trescientos kilómetros por hora.

-Es que.. -El policía lo interrumpió.

-Espera, ¿qué le pasa a ella? -Preguntó ya que estaba sollozando.

-No vamos a llegar. -Musité.

-Oh, es que, hoy tenemos un examen muy importante y hemos estado estudiando toda la semana como locos, especialmente ella, y por quedarnos hasta tarde estudiando, no nos despertamos a la hora que deberíamos y sí no llegamos antes de las seis nos reprobarán y no podremos pasar la universidad, y sí no pasamos la universidad, el futuro de América estará jodido. «Pequeña rata.»

-Oh, está bien, entiendo. Pueden irse sin la multa por ésta vez, pero no vayan tan rápido, ¿de acuerdo? -Michael asintió.

-Gracias oficial.

-Sí, buen día.

-Igual. -Contestó Michael y comenzó a conducir-. Me debes una. -Dijo él.

No sabía a qué se refería con "me debes una", pero igual asentí.

Disconnected » Michael Clifford.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang