Disconnected » Michael Clifford.

Once.

Michael me había ido a dejar a mi casa, ya que prefería estar en casa sin hacer nada a prepararle algo de comer a Noah.

Al llegar, mis padres estaban sentados alrededor de la mesa, mirándome.

-¿Hola? -Dejé mi bolsa en el sofá.

-Siéntate, por favor. -Dijo mi madre.

Había olvidado por completo lo del castigo, me matarían aquí mismo.

-¿Qué pasa? -Hice lo que me indicó.

-_____, esto será un poco duro para ti pero lo superarás. -Comentó mi padre.

-¿Podrían decirme qué es lo que está pasando?

-_____, tu padre y yo nos vamos a divorciar. -Me paré rápidamente de la silla.

-¡¿Qué?! ¡¿por qué?!

-Sé que esto es difícil.. -Continuó diciendo mi padre, lo interrumpí.

-¡¿Qué?! ¡¿con quién me voy a quedar?! ¿Puedo vivir sola? -Sonreí ampliamente.

-¡NO! -Contestaron ambos al unísono.

-Vivirás con tu padre, él ganó tu custodia. -Contestó mi madre.

-¿Ósea qué hicieron todo esto sin consultarme sí quiera? -Ambos asintieron.

-Es un problema de nosotros, realmente tú no tienes mucho que ver.

-Oh, genial. Entonces como yo no tengo mucho que ver, me voy. -Contesté, tomé mi bolsa del sofá y comencé a caminar hacia la puerta.

-¡______, tú no vas a salir a ningún lado! -Gritó mi padre. Abrí la puerta de la casa.

-¡Pues sí lo haré! -Contesté gritando y salí de la casa dando un portazo.

Comencé a caminar por la acera sin rumbo alguno, pensé en llamarle a Gemma pero lo más probable era que estaba con Ashton o estudiando para su examen de mañana y no quería molestar a Harry. Así que la única persona que me quedaba era Michael.

Saqué mi teléfono de la bolsa y marqué unos cuántos números, al instante respondió.

-¿Qué pasa, torpe?

-¿Vendrías por mi?

-¿En dónde estás?

-A dos cuadras de mi casa.

-Te veo en unos minutos.

Dijo y colgó.

Esperé esos minutos y un auto negro se estacionó justo en frente mío, yo estaba sentada en la acera. Michael bajó del auto y se sentó a lado mío.

-¿Qué pasa?

-Mis padres se van a divorciar. -Contesté mientras miraba al suelo, sentía la mirada de Michael clavada en mi.

-Luces muy normal para una noticia así. ¿Te saliste de casa por eso?

-No me interesa del todo y no, fue más por capricho.

-Oh... ¿Quieres dar una vuelta?

-Sí, por favor.

Él se levantó del suelo y extendió su mano para ayudarme a levantar también, después abrió la puerta de su auto para dejarme subir y él rodeó imitando mi acto.

Después comenzó a conducir.

-¿A dónde vamos? -Pregunté.

-Al paraíso. -Dijo y segundos después comenzó a reír causando que también riera-. Me sentí como en una película por un momento.

-Yo igual. -Reí ligeramente.

-Iremos a un lugar secreto.

-¿Debería preocuparme?

-No.

-De acuerdo.

Él condujo por varios minutos hasta llegar al colegio.

-¿La escuela? -Lo miré-. ¿De verdad este es tu lugar secreto? -Él asintió-. No me gusta el colegio de día, menos de noche.

-Es por que no la has visto de noche. -Se bajó del auto y yo hice lo mismo.

Él se aproximó a la entrada del colegio,

-¿Cómo planeas entrar, genio?

-¿Tienes de esas cosas negras que son como unos palitos que se ponen en la cabeza las mujeres?

-¿Te refieres a los pasadores?

-Sí, eso.

-Sí, toma. -Lo quité de mi cabello haciendo que la coleta que traía se soltara. Él se acercó a mi y lo tomó.

-Hueles a frutillas. -Comenzó a caminar hacia la puerta de la escuela.

-Es el shampoo que uso.

-Huele bien. Terminé.

-¿Qué? ¿Ya abriste la puerta? ¿Tan rápido?

-Una vez Noah quedó atrapado en el baño y tuve que aprender a abrir la puerta sin llaves.

-Wow. -Sonrió engreídamente. Caminé hacia él.

Michael me dejó pasar primero al colegio, después entró él y cerró la puerta.

-¿Oíste eso? -Preguntó Michael mientras caminábamos por los largos pasillos.

-No, ¿qué?

-Se escucharon pasos, dicen que aquí una maestra se suicidó por que no podía más con todos sus alumnos..

-Te odio. -Dije firme y lo tomé del brazo, él comenzó a reír.

-¿De verdad crees en fantasmas?

-¡Cállate, no los menciones! -Michael comenzó a reír más fuerte.

-Que torpe eres.

-Ya, ¿dime a dónde iremos?

-A la cubierta.

-¡¿Me trajiste aquí sólo para eso?! -Me solté de su brazo.

-Básicamente. Ya, vamos. -Me tomó de la mano y comenzó a correr rumbo a las escaleras en pasos grandes, comenzaba a tropezar.

-¡Me voy a caer!

-Yo te sostengo, no te caerás. -Dijo mientras seguía corriendo.

Llegamos hasta el último piso y usó la misma técnica del pasador para abrir la puerta.

-Ven. -Volvió a tomarme de la mano, y comenzamos a caminar por la cubierta-. Lo genial de la cubierta es que puedes ver las luces de la ciudad. -Dijo sonriendo y le sonreí.

La ciudad lucía verdaderamente hermosa, además de que el cielo estaba muy estrellado.

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Aquí está el capítulo que muchas me estuvieron pidiendo, tenía mucha inspiración para este capítulo y probablemente para el 12 también la tenga. :)

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