Disconnected » Michael Clifford.

Ocho.

Habíamos llegado a una casa pequeña, donde se suponía estaba la fiesta. Para ser sincera, esperaba que fuera una casa más grande.

-¿Seguro que aquí es la fiesta?

-Estoy bastante seguro de que ésta es la casa de mi mejor amigo.

-Mmm.. -Miré la casa por unos segundos.

-Vamos. -Dijo.

Él se bajó del auto, al igual que yo. Comenzó a caminar hacia la puerta de aquella casa, yo sólo lo seguía, él tocó la puerta y segundos después abrieron.

Un chico que jamás había visto en mi vida abrió la puerta.

-Traje una amiga.

Él me miró de una forma pervertida y se acercó a mi, su aliento a alcohol rápido llegó a mi. El chico me tomó del brazo y Michael le dio un manotazo.

-Ven conmigo. -Asentí y lo seguí por los pasillos de la casa.

Llegamos a una habitación donde estaban al menos, unos veinte chicos tirados en el suelo y sofá. El humo de aquella habitación inundaba mis pulmones.

Michael se acercó a varios chicos y los saludó, de ahí sólo conocía a Calum.

En lo que Michael saludaba a todos, un chico se acercó a mi, tenía los ojos algo rojos.

-¿Quieres? -Preguntó entregándome un cigarro.

Yo nunca en la vida había fumado pero por ese día habría una excepción.

Tomé el cigarro y lo miré por unos segundos. Estaba a punto de ponerlo entre mis labios cuando Michael llegó arrebatándolo de mis manos.

-No hagas estupideces. -Me miró serio.

-Ya cometí la más grande al venir contigo.

-Sí no quisieras estar aquí, ya te hubieras ido. -Cabizbaja me senté en el sofá y él en otro. Michael me miraba expectante desde el sofá donde se encontraba, yo esquivaba sus miradas.

Minutos después me dio sed, así que fui con Michael para que me acompañara hasta la cocina. Estaba hablando con sus amigos, así que me limité a tocarle el hombro con mi dedo índice.

-¿Michael?

-Ahora no. -Fruncí el ceño.

Cómo el me había ignorado, decidí ir por mi misma hasta la cocina. Al encontrar la cocina, tomé un vaso desechable que estaba en la mesa y me serví algo de soda. Dejé el vaso cerca del lava trastos para regresar a Michael, pero unos brownies de chocolate llamaron mi atención.

Lucían bastante apetitosos, así que tomé uno dándole una mordida, al principio supieron un poco extraños pero después me fascinaron, comiendo otros tres.

P.O.V. de Michael:

Había perdido a ______ de vista, todo por ignorarla. Me límite a buscarla por la habitación, pero no la encontraba.

-Calum, ¿no has visto a la chica que venía conmigo?

-¿Cuál chica?

-Olvídalo. -Fruncí el ceño.

Salí de aquella habitación y fui buscando de habitación en habitación hasta encontrarla en la cocina. Estaba sentada en la mesa comiendo de esos brownies, uno tras otro. Llegué hasta ella y le quité el brownie de la mano, tenía la boca llena del chocolate ese.

-¿Qué estás haciendo?

-Comiendo brownies. -Alargó la última palabra mientras sonreía ampliamente.