Disconnected » Michael Clifford.

Seis.

Harry me había llevado a mi casa por que yo lo había pedido. Me estaba contando que el restaurante era muy elegante, al que Gemma y él siempre iban; pero cómo yo iba con la ropa de ayer, decidí que sería bueno darme una ducha rápida y cambiarme de ropa por algo elegante para la ocasión.

Al llegar a la casa, mis padres no estaban, por lo que me había salvado de que me regañaran por no dormir en casa anoche.

Harry pacientemente esperó por mi, aunque yo sólo tarde 20 minutos en darme una ducha y cambiarme.

"21 Club" era el restaurante, sonaba como sí fuera un club, pero no lo era. Básicamente era un restaurante muy fino, justo como Harry lo había descrito.

Al entrar, nos pasaron rápido y nos llevaron hasta una mesa que estaba cerca de la ventana. Harry y yo hablábamos mientras traían la orden.

-¡Espera, espera, me sé otro! -Curvó los labios queriendo reír.

-Dilo.

-Knock, knock. -Sonrió ampliamente.

-¿Quién es?

-¡Amsterdam!

-¿Amsterdam, quién?

-Amsterdam, cansado de todas éstas bromas. -Rió a carcajada. Lo miré sin expresión alguna, después sonreí por que él seguía riendo.

-Tus chistes siguen siendo igual de malos. -Dije. La verdad es que nunca había logrado entender los chistes de "knock, knock".

-¡Tengo otro!

-No gracias. -Él sonrió de lado y le dio un sorbo a su bebida.

***

-Gracias por llevarme a comer, cenar y al mini golf. -Le sonreí.

-No debes de agradecerme. -Sonrió.

-Enserio gracias, y también por traerme. Me divertí mucho.

-Me alegro que te hayas divertido como yo lo hice, siempre es divertido cuando estoy a tu lado. -Sentí la sangre hervir en mis mejillas. Él sonrió debido a que notó el efecto que había causado en mi.

-Bueno.. gracias de nuevo. -Hice una pausa-. Creo que ya debo de entrar.

-Oh sí. Hasta luego. -Sonrió y comenzó a caminar a su auto.

-Harry. -Dije y él giró a verme. Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.

-Adiós. -Le sonreí y entré a mi casa.

Mis padres parecían no estar en casa, así que subí directamente a mi habitación. Lancé mi bolsa a la cama y me quité las ballerinas, para después recostarme en la cama.

Tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a Gemma.

-¿Cómo estuvo tu cita?

Ella tardó un poco de responder, pero lo hizo.

-¡Asombrosa! ¿Cómo estuvo la tuya?

Respondí:

-Linda. Mañana te cuento la mía, y tú me cuentas la tuya, iré a dormir. Hasta mañana.

Respondió:

-Harry ya lo hizo. Puede que te cuente, puede que no. ¡Hasta mañana!

Tenía demasiado sueño, así que me levanté de la cama, fui hasta mi armario, saqué mi pijama y la lancé a la cama. Cepillé mis dientes, hice mis necesidades, me cambié por la pijama y le cambié el agua al recipiente de Milton para después ir a dormir tranquila.

A la mañana siguiente desperté, debido a que sentía la presencia de alguien en mi habitación. Abrí los ojos y estaba Michael sentado en un pequeño sofá mientras me miraba.

-¿Qué haces aquí? -Me senté en la cama aún cobijada.

-Buenos días.

-¡Responde! -Sonrió de lado.

-Como buen amigo, decidí que vendría a recogerte para ir al colegio.

-¿Por qué harías eso? ¿cómo me encontraste? ¿cómo entraste?

-Por qué iba pasando por aquí, supuse que seguías viviendo en la misma casa, y por la puerta, ¿no es obvio? ¿pensaste que me había teletransportado aquí?

-Uh, puede ser.

-Torpe. -El tono de su voz no había cambiado ni por un segundo, seguía siendo un tono seco-. Apúrate o llegaremos tarde.

-¿Iremos en tú auto?

-No, volando. -Dijo sarcásticamente.

-Pues, no subiré a ese auto contigo, de nuevo.

-¿Entonces en que planeas irte, genia?

***

-¿Entonces llegó a tu casa así de la nada?

-Síp.

-¿Y lo obligaste a irse en el metro?

-Sólo lo dije una vez y él accedió.

-Le gustas.

-Qué no, Gemma.

-Cómo digas. -Sonrió burlonamente. La fulminé con la mirada.

-En fin, ¿cómo te fue con Ashton?

-Genial, me pidió que lo fuera a ver al partido de fútbol americano mañana.

-¿De verdad?

-Sí, y tú irás conmigo.

-¿Para qué?

-Para apoyar a Michael.

-¡Qué no le gusto, demonios!

-Pero a ti si. -Rodé los ojos.

-No me jodas, Gemma.

-Es broma. -Rió-. Pero mañana invitaré a Harry. -Sonrió pícaramente mientras me miraba. Sonreí ligeramente debido a su sonrisa.

-Cómo sea.

-"Cómo sea." -Trató de imitar mi voz-. y mañana estarás como: "oh, Harry, te amo, regresa conmigo, tengamos mil hijos." -Le lancé una papita en la cara.

-Eres absurda, Gemma.

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