Disconnected » Michael Clifford.

Siete.

Hoy era el "gran partido" al que Gemma me había obligado a venir. Lo único bueno de todo esto es que no tendría que ir a cuidar a Noah, además de que su mamá me había pedido que no fuera hoy.

Faltaban diez minutos para que el partido comenzara. Gemma y yo estábamos en las gradas de la parte del medio, ya que Gemma quería buenos asientos, así que llevábamos esperando desde hace una hora.

La gente comenzaba a llegar gritando y alentando al equipo aunque aún no comenzaran, la banda y la mascota ya se estaban preparando, y yo estaba sentada en la grada aburrida, mientras que Gemma estaba una grada más arriba para poder ver a Ashton mejor.

-¡Ya, anímate! -Me dio un golpecito en la espalda-. Harry no tardará en llegar del baño, según su mensaje de texto. -Sonrió animadamente-. ¡Ya vi a Ashton, iré a saludarlo! -Dijo y corrió a él.

Seguía viendo como todos se preparaban. Las porristas plásticas, o como yo las llamaba: cabezas de burbuja; habían llegado con esas minis faldas que les dejaban ver todo el trasero y más sí era posible, también llevaban las típicas blusas escotadas, una razón más para que las gradas se llenaran.

-¿Esperando por mi? -Esa voz seca pero a la vez engreída me sacó de mis pensamientos.

-Ya quisieras. -Dije sin girar a verlo.

-Soy tan deseable, por eso quisiste venir a verme. -No lo veía, pero sabía que tenía esa sonrisa burlona en su rostro.

-Engreído. -Él rió.

-Después del partido, habrá una fiesta en casa de Calum, quiero que vayas.

-No, gracias. Tengo que hacer tarea.

-¿Te la pasas todo el tiempo haciendo tarea?

-Básicamente.

-Bueno, sí cambias de opinión, búscame al final del partido.

-Ajá. -Dije sin tomarle importancia a lo que decía. Él se fue a la cancha y vi llegar a Harry.

Me levanté de la grada y comencé a gritar su nombre mientras agitaba mis brazos para que me ubicara.

Él se acercó a mi y me dio un abrazo.

-¿Tarde mucho?

-Un poco. -Dejó que me sentara primero en las gradas para después sentarse él.

-Lo siento, debía hacer pipí y no encontraba los baños. -Reí.

-Mucha información.

-Lo siento. -Sonrió-. ¿Ya se acabó el partido?

-No, apenas comienza.

-Oh, qué bien por que traje palomitas.

-¿Dulces o saladas? -Miré la bolsa de donde las sacaba.

-Saladas, por qué son tus favoritas. -Nos sonreímos.

***

Una hora y media después, nuestra escuela estaba destruyendo a la otra escuela, lo cual era genial.

Michael estaba jugando excelente, también los demás del equipo pero en especial él.

-Ya me aburrí, ahora entiendo por que nunca vengo a ver estos partidos. -Dije.

-Sí quieres podemos ir a otro lugar. -Dijo Harry.

-Sí, mejor.

-Bien, vamos. -Ambos nos levantamos de nuestro asiento.

-¡Los veo después! -Dijo Gemma.

Harry me tomó de la mano para lograr salir de la multitud de gente que se encontraban en las gradas.