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«La mato, de verdad que la mato» fueron los pensamientos de Vee en cuanto vió marchar a Xia y a Jimin muy felices mientras desaparecían por el largo pasillo

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«La mato, de verdad que la mato» fueron los pensamientos de Vee en cuanto vió marchar a Xia y a Jimin muy felices mientras desaparecían por el largo pasillo.

Sí, lo había escuchado todo o por lo menos, gran parte. Se había alegrado de que tuviera el valor de ir a buscar a Jimin para contarle todo ya que, de alguna manera, no quería dejar las cosas así. Pero no le hizo falta decir ni una palabra porque su OTP ya le había soltado la historia, con pelos y señales incluso.

Sin duda tendría una charla más tarde con su amiga, pero lo primero que quería hacer o mejor dicho, lo que no quería hacer era tenerlo enfrente de nuevo así que en vez de eso volvió al apartamento a pie. Por suerte los estudios no quedaban demasiado lejos de donde vivían y tampoco era demasiado tarde ya que el sol todavía daba rayos de luz desde el cielo.

Por otra parte, la última actuación de BTS con su remix de Boy In Luv y Just One Day había llegado a su fin. Jimin se preocupó al igual que los demás al no ver a Vee por ningún sitio, ni siquiera en la salida cuando decidieron ir todos ya a descansar. Pero, lo más extraño de todo eso es que la pulsera de Vee estaba en una de las mesas que disponían en los camerinos, perfectamente colocada.

Las chicas se alarmaron pensando lo peor: Vee había vuelto a España sin avisarles y, algo similar se le había cruzado por la mente a Jimin así que, con permiso de las demás fue hasta el apartamento de éstas donde ahora él sería el que dejaría las cosas claras y los demás, para no molestar estarían esperando en el apartamento de BTS hasta que Jimin les avisara de que ya podían volver las chicas o por lo menos así habían quedado antes de que el recién nombrado cogiera carreter y manta.

Vee al llegar al apartamento se metió en su cuarto de baño, necesitaba relajarse por todo lo que había pasado ese día y el mejor método era un buen remojón de espuma y agua caliente para calmar sus nervios.

Salió una media hora más tarde con sólo una toalla envuelta en su cuerpo desnudo y mojado por el agua. Miró la hora repetidas veces mientras cogía un chandal para estar cómoda y volvía al baño. «Tienen que estar a punto de llegar» pensó mientras cerraba la puerta del baño y como por cosa del destino, oyó cerrarse fuertemente la puerta principal del apartamento.

«Vienen cabreadas, ya verás la que nos espera» le dijo su subconsciente mientras negaba con la cabeza pero Vee no le importaba demasiado eso, ya estaba acostumbrada a que las chicas se cabreasen con ella.

Casi cuando estaba a punto de acabar de ponerse la ropa tocaron a la puerta de su habitación. ─No quiero hablar con nadie y menos si me echáis la bronca, así que dejadme sola─ pronunció Vee volviendo a sus cosas y pocos segundos más tarde volvieron a picar, pero esta vez a la puerta del baño.

─¿Es que lo tengo que decir en chino?─empezó desesperada─¡No quiero hablar con nadie hoy, ya he tenido...!─ pero no le dio tiempo a finalizar la frase porque la figura que se encontró al abrir la puerta del baño no era la que estaba en ese momento, ni en ningún otro. ─¿Qué diablos haces aquí? ¿No has tenido suficiente con lo que te he dicho en la azotea?─preguntó mosqueada. Lo que le faltaba ya, Jimin delante de la puerta de su baño, en su casa y con cara de pocos amigos.

𝖭𝖾𝗏𝖾𝗋 𝖤𝗇𝖽 𝖸𝗈𝗎𝗋 𝖣𝗋𝖾𝖺𝗆𝗌 © 𝐩. 𝐣𝐢𝐦𝐢𝐧Where stories live. Discover now