Cuando el grupo LEX viaja a Corea del Sur por un concurso, jamás se imaginaron las consecuencias que tendría su estancia allí. Ahora, dos años más tarde, las chicas vuelven a coger un avión por el mismo motivo que tiempo atrás. Y aunque todo es como...
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Rap Monster se colocó enfrente de la puerta y picó varias veces esta con los nudillos. No hubo respuesta de las personas de dentro. Volvió a picar y de nuevo, no había respuesta de nadie de los de adentro. Así que para no tardar más abrió la puerta de golpe causando un fuerte sonido seco cuando tocó la pared del final y pronunciar en un grito «¡Ya hemos llegado chicos!» motivo supongo para que sus 'dongsaengs' ruidosos lo pudieran oír claramente.
La música paró y podía escuchar a la perfección las pisadas de los de adentro como caminaba hacia la puerta. A esta hora el corazón ya no estaba en su sitio, había sido lanzado a mil por hora hacia dios sabe donde.
─Os tengo una sorpresa... ─ empezó Rap Monster con una sonrisa mirándonos─ Mirad a quien me he encontrado varias plantas abajo con mi querido primo...─ finalizó el líder a sus compañeros que no sabían que estábamos allí y entró por la puerta acompañado de V y Jin. Xia me dio un empujón lo suficiente fuerte como para mover un elefante indicándome que siguiera caminando. La miré con mala cara pero de igual forma obedecí y caminé a paso lento, muy lento, hacia la puerta donde estaba mi querido mono volador.
«Fighting Vee» me dijo mi guerrera interior moviendo el brazo como hacen en los programas y yo me alegré mucho de que por fin saliera.
Con todo lo que tenía y con un peso de más extra de 20 kilos en brazos al fin atravesé la puerta junto con las demás que lo hicieron pocos segundos más tardes que nosotras.
─¡Hola!─ soltaron las chicas detrás de mí dejándome completamente sorda por unos segundos. Yo no dije nada, solo alcancé a inclinarme a modo de saludo sin intentar chafar al pequeño Minwoo que se había dormido ahora por completo en mis brazos.
Cuando volví a levantar la cabeza, los chicos nos miraban sorprendidos. Mis ojos acabaron en los de Jimin y por algún motivo que no conocía, los suyos también me miraban mientras había brillo en ellos. Pero claro, no podía estar segura porque estaba todavía demasiado lejos de él. Todavía.
─Al final nos hemos visto antes de lo esperado─ Suga estaba ayudando a Xia mientras decía esas palabras. Lo mismo hacían J-Hope con Lith y JungKook con Lissy.
─¿Te ayudo con el dormilón?─ esa voz hizo que volviera a la tierra después de unos segundos mirando a mis compañeras con sus ultimates. Al volver la cabeza hacia enfrente un sonriente Jimin estaba justo delante mío y me entró el pánico. Pánico a que me viera sonrojarme como un tomate y no poder hacer nada ya que tenía ambas manos ocupadas.
─No te molestes Jimin, ya lo he intentado yo pero mi querido primo parece que le ha pillado cariño─ comentó Rap Monster sentándose en el sofá con todo lo que tenía. Me pareció oír un «Que suerte tiene el renacuajo» salir de la boca de Jimin pero seguro que había oído mal y solo eran fantasías mías.
ㅡCuando te canses me avisas, yo te reemplazaréㅡcontinuó hablando él.
ㅡC-claro... P-pero no te preocupes, estoy acostumbrada. M-mis primos me hacen lo mismo.ㅡintenté contestar lo más relajada que podía pero aun así mi voz se cortaba y me costaba pensar con claridad. Él solo sonrío con su perfecta sonrisa que hacía que me derritiera.
Espero que lo que dicen sobre que el alcohol lo soluciona todo sea verdad, porque ésta noche tengo muchas cosas que solucionar y necesito un buen trago para poder olvidar.
