Capítulo 3 Why don't you get a job?

407 22 2
                                    

Spectacular Lincoln Loud

Capítulo 3 Why don't you get a job?

—Oh vamos Lincoln, te he invitado a veinte fiestas de té, siempre estas ocupado.—insistió Lola nuevamente a la tercera negativa.

—¡No! Es mi turno de jugar con Lincoln, hace más de un mes que...—iba a reclamar Lana.

—Chicas, chicas.—intentaba frenarlas Lincoln, pero parecía lograr el efecto contrario—Ya habrá tiempo para jugar todos juntos, lo prometo.

—¡Siempre lo prometes!—dijeron ambas molestas.

Eso provocó que el pequeño niño arácnido lanzara un suspiro de decepción, siempre le había gustado pasar tiempo con sus hermanas, pero sabía que tenía que salir a patrullar, incluso siendo domingo, si quería que lo reconocieran como un héroe tenía que tomarse a él mismo enserio, eso y que los domingos normalmente era cuando había más gente fuera que pudiera verlo, aunque eso era totalmente una estrategia comercial, definitivamente no le gustaba que la gente hablara bien de él, para nada.

Aunque una cosa era querer patrullar y la otra era fallarle a sus hermanas tan seguido y constantemente, Lincoln siempre había estado para ellas cuando había sido niño, y ahora parecía que no tenía la menor idea de cómo lidiar con todas ellas.

—Miren, tengo que salir con Peter y Clyde porque ya habíamos quedado, pero prometo que volviendo estaré con ustedes, ¿De acuerdo?—dijo Lincoln sonriendo ligeramente.

—¿Cómo podemos estar seguras que esta vez tu vendrás Lincoln? Mis peluches te extrañan.—dijo Lola haciendo ojitos de cachorrito y arrodillándose frente al joven Loud.

—Mis escorpiones también te extrañan.—dijo Lana imitando la pose de su hermana.

—Yo...—intentó zafarse de la situación Lincoln, aunque la culpa lo carcomía por dentro.

—Niñas, niñas, tranquilas.—se acercó a la sala de estar el señor Loud, quien había oído lo último desde la cocina, el hombre llevaba un mandil alrededor de su pecho y un gorro de chef—¿Vas a salir Lincoln? ¿En domingo?—dijo extrañado.

—Claro, le pedí permiso a mamá.—dijo este sonriendo de una manera muy prolongada, casi que hasta nerviosa—Con mis amigos.

—¿Eso incluye amigas?—dijo el señor Loud con un tono un poco más confidencial.

Pero eso fue suficiente tanto como para que Lola y Lana salieran asustadas de una inminente charla sobre chicas, ambas corrieron escaleras arriba y se escuchó la puerta de una habitación ser cerrada con fuerza. Tanto el señor Loud, así como Lincoln, se quedaron viendo aquella escena.

—No, prometo que no habrá chicas pah.—dijo Lincoln levantando una mano como si fuera a jurar frente a un libro o bandera—Solo Peter, Clyde y yo, jugando apaciblemente un juego donde venceremos maleantes, junto a unas saludables gaseosas y montones de dulces.

—Jajaja.—se rio el señor Loud—Me recuerdas a cuando yo tenía tu edad, bueno excepto que nunca me dejaron tener videojuegos.—dijo recordando eso último—Hijo, solo te recordaré que regreses antes del atardecer, le hiciste una promesa a tus hermanas y los hombres de verdad nunca rompen una promesa, ¿Cierto?

Lincoln sintió el peso de la mano de su padre en su hombro, sabía que todo era una mentira, que en realidad posiblemente no regresara hasta muy entrada la noche, que incluso podía morir a manos de un ladronzuelo cualquiera y nunca volver a verlo. Todo porque él debía demostrar que valía como héroe, no podía dejar esa labor que se había autoimpuesto, mucho menos cuando su carrera apenas iba iniciando, tenía que acaparar antes de que otros intentaran tomar sus dominios.

Spectacular Lincoln LoudWhere stories live. Discover now