XXXV. En la recta final

13 0 0
                                    

"Tú", me señala y me muestra los colmillos como un animal hambriento. "Tú, Erwin Martin. ¿Quién crees que eres? ¿Crees que vas a poder detenernos? Ya está decidido. William se va. Beatriz vendrá y hará todo lo que necesitamos poner en movimiento para lanzar al Grupo De la Cruz a las estrellas. Se habrá acabado la era en la que vivimos escondidos de la sociedad. Ascenderemos al lugar que nos corresponde"

"Eso va a estar difícil", digo con dificultad. Tanta violencia aplicada a mi cuello está comenzando a tener consecuencias en mi capacidad de expresarme en voz alta. "Porque, verás, yo supervisé la remodelación de la casa de William. ¿Lo sabías? Antes de ser CEO del Grupo fui gerente de infraestructura. Hace unos años quisieron expandir el sótano que tienen ahí abajo. Para eso tuvimos que excavar en secreto. No podríamos aplicar maquinaria pesada, porque eso habría dañado la casa misma. William no quería eso"

Griffin me mira dudando. No sabe exactamente qué es lo que estoy queriendo decirle. Como sea, otros dos vampiros aterrizan junto a él. Los he visto por ahí, en la calle Abastos, pero no sé exactamente quiénes son. Uno de ellos se para a la derecha de Griffin. El otro a la izquierda. Ambos parecen estar listos para más acción.

Están esperando una señal para continuar la pelea.

"Tuvimos que usar muchos obreros que bajaban con maquinaria delicada y sacaban la tierra en costales. Fue un trabajo de hormiga. Lo odié todo el tiempo que duró", continúo.

"¿Eso qué tiene que ver con nosotros?", me pregunta Griffin molesto. Da un paso hacia mí. Sus dos vampiros extienden sus garras.

Drakken y sus mercenarios empuñan sus rifles con más intensión.

Morgan y Ana están detrás de mí. Ambos están armados. De hecho, yo también lo estoy. Aun estoy sosteniendo el arma con la que disparé a Isla.  Me pregunto en dónde está Coco.

"Oh, creo que entiendo lo que está queriendo decir", interviene Morgan. "Ahí abajo es que están los vampiros mayores en reposo. Ahí está Beatriz descansando hasta que la traigan de vuelta. ¿No es cierto? Ahí está su sarcófago"

Griffin lo mira confundido.

"¿No entiende? El señor Martin tuvo acceso a los planos de la casa de William. Si quisiera hacerle daño a Beatriz De la Cruz y a los demás vampiros mayores, lo haría. ¿No es cierto? ¿A eso es a lo que quería llegar?"

Griffin se voltea hacia uno de sus acompañantes. Antes de que le pueda decir nada, una explosión se escucha a lo lejos. El impacto de la onda llega a nosotros un poco después. Yo caigo al piso sentado. Creo que después de todo, Bert sí se excedió con los explosivos.

"Justo a tiempo", comento. A lo lejos vemos la nube gris que se eleva al cielo. "Notarás que ahora sería cuando el cuerpo de bomberos de la calle Abastos se activaría. Eso no va a suceder en esta ocasión"

Griffin es un vampiro astuto entiende de inmediato qué es lo que ha pasado.

Antes ir a la casa de los Alba coordiné con Bert varias cosas. Una de ellas era que un grupo de mercenarios me encontrara para acompañarme durante el resto de la noche. Por eso tengo a Drakken y sus chicos conmigo. Otra fue que rescataran a Dante del sótano en el que lo tenía Murphy. Y otra fue que mandara a un equipo a colocar explosivos en la casa de William. Nosotros sabíamos que William, que es nuestro vampiro mayor conocido -preferido al vampiro mayor por conocer- no estaría ahí. Fue por eso también que la convocatoria al directorio que haría Largo Alba sería a su casa, no a la de William.

Y ahora Beatriz ya no existe. La acabamos de hacer explotar en mil pedazos.

Tampoco tenemos a ninguno de los demás vampiros mayores. Supongo que nunca podré conocer a Aldric tampoco. Me da pena. Lo que he leído de él me lo pintaba como un vampiro muy interesante.

Los vampiros de la calle AbastosWhere stories live. Discover now