La hermana falsa.

Capítulo 13

Dentro de la oficina del duque Leontine.

Se podía escuchar la voz de un hombre de mediana edad mezclado con el sonido garabateante de una pluma.

— ¿Cómo está Tidwell, mayordomo?.

— Nada es diferente aparte del hecho de que ha tomado la hora del té con mi señora.

El garabato se detuvo. El duque Leontine miró al mayordomo con ojos desconcertados.

— ¿Ha tomado la hora del té con Ravia?

— El joven maestro parece querer llevarse bien con mi señora.

— ¿Eh? Eso es encomiable.

Y bastante inútil.

El duque Leontine dejó su pluma y se inclinó sobre su silla.

— Entonces, ¿cómo va? ¿Ese niño pequeño arruinó algo?.

— Los dos están en buenos términos, Su Excelencia. El joven maestro quería llevarse bien con mi señora.

A las palabras del mayordomo, una sonrisa encantada se extendió por el rostro envejecido del duque Leontine.

— Tidwell, has estado haciendo un gran trabajo. Has crecido tan bien. Hubiera sido mejor si te hubiera criado correctamente desde que eras pequeño. Estoy seguro de que ya serías tan excelente.

— ... Mi señora también ha crecido bien.— Ante las palabras del mayordomo, el duque Leontine frunció el ceño de inmediato.

— La crié bien, pero nunca mostró una onza de gratitud y siempre se comportó como le plació. ¿Creció bien? Eso es gracioso.

— .....

— ¡Si hubiera crecido correctamente, habría entendido mi corazón que siempre se preocupaba por su sucesión! ¿Sabes lo humillante que fue traerla como mi sucesora cuando no pudimos probar su legitimidad?.

La duquesa Leontine le dio el apellido Leontine, pero no fue considerada como su hija. La cuestión de la legitimidad de Ravia siempre sería la conversación de la ciudad.

El color simbólico de la familia [pelo plateado] no era solo genética. Era un símbolo de bendición otorgada a la familia por el primer emperador. Es por eso que el color importa.

En otras palabras, el nacimiento de un sucesor sin pelo plateado significaba dos cosas.

O el heredero no poseía la sangre de Leontine, o la bendición que se había concedido a Leontine había sido cortada.

Este último caso fue una cuestión de prestigio familiar. Por lo tanto, Ravia tenía que ser una hija ilegítima por el bien de la familia.

— ... Pero, su gracia. ¿No sabías también el hecho de que la señora no cometió una aventura?.

Por esa razón, el hecho de que Ravia fuera la verdadera hija del duque Leontine se convirtió en un problema.

— Sé muy bien que Su Gracia amó a la señora con todo su corazón.

El duque y la duquesa estaban dispuestos en un matrimonio político, pero su relación no solo era armoniosa, sino también afectuosa. El duque Leontine y su esposa se amaron profundamente.

Es por eso que el duque Leontine aceptó Ravia a pesar de que nació sin cabello plateado. Porque ella era hija de su amada esposa.

— Por esa razón... ya no soporto a Ravia, mayordomo.

— Su Excelencia.

— Sé que la niña no hizo nada malo.

Pero el problema de legitimidad sin resolver, las dudas constantes sobre su amada esposa y la niña que fue responsable de la muerte de su esposa.