La hermana falsa.

Capítulo 33

— ¡E-Eso no es cierto! Solo estoy haciendo lo que me dijo el joven maestro...

— ¿En serio? Nunca he oído hablar de tal cosa. ¿Por qué no te acompaño entonces? Yo también tengo que hablar de algo con él.

— E-Eso...

— Mentir a tu Maestro es un despido, ¿sabes?

¿De qué sirve mentir cuando ya te pillan con las manos en la masa?

Ravia apartó lentamente la bandeja de las temblorosas manos de la criada y habló suavemente.

— Ya lo sé todo. No quiero desperdiciar mi energía, así que esta vez la mantendré en secreto.

— ......

La tez llorosa de la criada se animó instantáneamente. Tal vez no esperaba que la notoria dama fría le mostrara misericordia, pero la temblorosa criada se inclinó sin parar.

— Gracias... gracias.

— Decir gracias no será suficiente. Baja y no dejes que nadie venga al tercer piso hasta la hora del almuerzo. Necesito hablar con ese niño, así que no quiero que nadie nos moleste.

La criada inclinó la cabeza por orden de Ravia y bajó rápidamente las escaleras.

Estaba muy feliz de no ser castigada a pesar de ser sorprendida albergando un motivo superficial.

De todos modos, fue sin problemas porque la criada no dudó en absoluto de Ravia. Ahora que drogaba a Tidwell y bloqueaba que la gente se acercara a él, Ravia tenía la intención de registrar su habitación.

Necesito información.

Cualquier información servirá. Por supuesto, sería genial encontrar información que Cuervo pueda necesitar, pero cualquier información le sería muy útil. Porque no estaba en condiciones de ser particular en este momento.

No encontró nada en el bolsillo exterior de la prenda o el pantalón de Tidwell. Así que el siguiente paso sería buscar en su habitación.

No creo que haya nada importante en su habitación, ya que Tidwell es muy cauteloso para empezar. Pero no lo sabré hasta que lo intente.

En esta difícil situación, Ravia finalmente eligió usar el principio de Occam Razor en su método; No hagas más suposiciones de las que absolutamente necesitas.

En el principio de Occam Razor, la verdad siempre reside en la simplicidad.

Así que Ravia se dirigió a la habitación de Tidwell.

La habitación al final del pasillo. La habitación exactamente enfrente de la habitación de Ravia se usó originalmente como habitación de invitados.

Pero, ¿fue porque ella había estado extremadamente vigilante recientemente? ¿O porque su maquinilla de afeitar no estaba tan afilada?

Ravia se perdió un hecho muy importante.

Justo detrás de la puerta, alguien había escuchado a Ravia y la conversación de la criada todo el tiempo. Era Tidwell.

Mi habitación es seguramente popular. Tidwell pensó indiferentemente mientras se apoyaba en la pared.

Por supuesto, no se sintió muy satisfecho. Golpeó los dedos de los pies en el suelo sin descanso.

Le habían advertido, pero todavía estaba decepcionado con cómo se desarrolló la situación.

Sobre todo porque no podía determinar exactamente lo que le había decepcionado tanto.

En resumen, Tidwell no tomó la pastilla para dormir. No, para ser exactos, ya lo sabía.