La hermana falsa.

Capítulo 61

Después de que Herodes recibiera el mensaje, pensó para sí mismo.

Parece que esta mujer lo ha descubierto todo.

Lo que Ravia quería decir se había transmitido perfectamente.

Su mensaje estaba destinado a humillarlo.

Herodes pensó que tenía la ventaja en esta situación difícil. Por casualidad escuchó la conversación de Ravia y Tidwell, mientras que ellos no tenían ni idea.

Después de él estaría Tidwell, y el que tenía la mayor desventaja sería Ravia.

Pero Ravia cambió el juego con éxito. Si Ravia lo supiera todo, nunca perdería.

Así que Herodes se perdió en el pensamiento por un momento.

¿Debería hablar con Tidwell? ¿Por qué tiene que fingir ser otra persona, de todos modos?

Por supuesto, si hubiera estado en esa situación, Herodes habría hecho lo mismo sin pensarlo dos veces.

Pero Herodes quería aprovechar esta situación sin involucrarse directamente y ahora se enfrentaba a un dilema.

Sin embargo, realmente no quiero meterme en el lado malo de Tidwell.

El problema era que a Tidwell le gustaba mucho más su hermana de lo que imaginaba.

Hubiera sido una historia diferente si Ravia fuera solo un obstáculo para que Tidwell se hiciera cargo de Leontine. Sería posible negociar con Tidwell y rescatar a Ravia.

Pero Ravia se había convertido en un objeto que Tidwell buscaba.

Por supuesto, Tidwell lo negó hasta ahora, pero Herodes no era alguien que se convenciera fácilmente de tal negación.

Estaba claro que Tidwell desnudaría sus colmillos al segundo que Herodes se acercó a Ravia.

Por lo tanto, hablar con Tidwell sobre este asunto parecía la mejor solución.

Al final, es Tidwell o Ravia Leontine. ¿Tengo que renunciar a uno de ellos?

Se asoció con Tidwell o llegó a un acuerdo con Ravia Leontine.

Esperaba conocer a Ravia en persona para evaluar cuánto sabía. Debido a Tidwell, no pudo acercarse a ella descuidadamente.

Pero Rette entró en escena justo cuando Herodes estaba atrapado entre dos opciones difíciles. Rette se topó con Ravia Leontine y quería volver a encontrarse con ella.

Estaba pensando en cómo ganarme a Ravia Leontine sin meterme en el lado malo de Tidwell.

No esperaba la ayuda de Rette. Por lo tanto, surgió una imagen muy interesante en la mente de Herodes.

Como siempre, dio un paso atrás y sonrió a las piezas de ajedrez dispuestas en su tablero.

Estaba la reina más brillante entre las piezas de ajedrez. También hoy, su Chunhee no le decepcionó.

Inteligente y elegante, como siempre.

Cuando discernió el secreto de Rette con solo intercambiar unas palabras, o cuando se dio cuenta de que se colaba detrás de Rette, no pudo evitar sentir una emoción.

Pero seguía siendo la misma mujer que se perdió en la carretera.

Una lamentable La Traviata.

Herodes infirió algo de su conversación.

La verdadera razón por la que Ravia devolvió su pendiente y se expuso deliberadamente fue para ocultar su punto débil.

— No podrías haber descubierto la verdad si no fuera por mí, Chunhee.