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capitulo 9

Judith lamentó el hecho de haber venido a este lugar por sus propios medios.

 No habría sido un problema si fuera su oficina, pero en cambio era su dormitorio, que estaba conectado desde el interior de su oficina y tenía un excelente sistema de insonorización.

  No importa cuánto gritara, nadie la escucharía desde afuera. Por eso no escuchó los sonidos de él rompiendo cosas por dentro sin cuidado.

Era natural decir que nadie afuera escucharía a Judith, incluso si ella gritara lo suficientemente fuerte desde este lugar en este momento.

"¡Eh!"

Judith gimió cuando sus manos de repente agarraron sus pechos. En algún momento, ella no supo cuándo se soltó la parte delantera de su vestido, probablemente porque él la tocó. 

Ella solo llevaba una camisola dentro de su vestido, por lo que sus toques lujuriosos se transmitieron por toda su piel.

"Haa, traté de reprimirme e hice lo mejor que pude, pero mira".

"Ah, nng, no toques ahí.... heuuh."

Él, que masajeaba con avidez sus suaves senos, movía astutamente los dedos y tocaba con fuerza sus pezones. 

Mientras observaba a Judith, que reaccionaba sensiblemente ante él sin fallar, Derrick estiró las comisuras de su boca y sonrió.

"No pude dormir nada por nuestro beso".

Pellizcó y torció sus pezones con los dedos índice y pulgar. Una sensación electrizante se extendió desde su pecho, y su cintura tembló superficialmente.

  Derrick hundió su nariz en la nuca de ella y murmuró en un tono exclamativo como si oliera un aroma maravilloso.

"Sigues emitiendo este delicioso olor... ¿Cómo puedo controlarme?"

Judith escuchó claramente la palabra 'delicioso' incluso mientras se ahogaba en placer. Esa palabra se convirtió en un sentimiento indescriptible que puso los pelos de punta. 

En este momento, se sintió como un depredador cruel que fácilmente podría devorarla por completo de pies a cabeza.

"Tú, uhg, ¿qué diablos eres...?"

Él, que la atormentaba mientras chupaba repetidamente el suave lóbulo de su oreja y metía la lengua dentro de su oído, se rió entre dientes. 

El sonido de su risa fue más allá de sus tímpanos y sacudió violentamente su pequeño corazón.

"¿Qué soy yo, dices?"

Derrick besó su barbilla y susurró lánguidamente.

Soy tu marido, Judith.

Una voz que era incluso más dulce que el postre resonó húmedamente dentro de sus oídos.

Derrick movía constantemente los dedos mientras ponía una sonrisa cautivadora que la mareaba con solo mirarlo. 

Sus pechos, atrapados por sus manos, estaban siendo afligidos con simulaciones aquí y allá, y sus pezones incluso se erguían.

"Se volvió difícil, aquí".

Siguió empujando profundamente sus rígidos pezones y dijo lo que le vino a la mente. 

El rostro de Judith estaba teñido de un rojo brillante hasta el punto de que era reconocible en la oscuridad. Derrick se rió entre dientes y le rascó el pezón con la uña.

"¡Haagh!"

Con un solo gesto, la cintura de Judith se retorció y sus párpados temblaron. Cada vez que sus dedos jugueteaban con sus pezones, sentía una extraña sensación que se contraía con fuerza dentro de sus piernas.