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Capítulo 34

Derrick se sentó en una silla con una expresión muy relajada en su rostro y consideró las palabras de Carmen. 

Estaba familiarizado con la situación en el mundo de los demonios, habiendo aprendido todo del cuervo, una especie de alter ego de un hombre, pero aún no sabía qué hacer. Mientras dormía, terminó la Guerra de los Cien Años y el Rey murió.

Y la ausencia de un jefe de estado siempre genera confusión e inquietud.

«¡Porque necesitamos un nuevo Rey!»

La gente en el mundo de los demonios gritó, queriendo poner fin a todo esto y queriendo encontrar uno digno.

El mundo demoníaco se divide en doce partes, cada una de las cuales tenía su propio comandante que dirige todo lo que sucede. 

Y cada uno de ellos estaba tratando de presentar su candidatura para el puesto del próximo Gran Rey Demonio.

Para convertirse en uno, una persona debe demostrar habilidades y estatus. Y cada uno de los comandantes fue considerado el comandante en jefe, lo que le permitió reclamar el título tan deseado.

Y ahora, después de una guerra tan larga, había una lucha interna en la que las regiones luchaban: quién se convertiría en el Rey. 

Si uno de los comandantes toma esta posición, la zona se elevará inmediatamente por encima de las demás. Por lo tanto, todo lo que estaba sucediendo era más como una nueva guerra feroz.

Y era obvio que tarde o temprano sus súbditos vendrían a él con una solicitud para presentar su candidatura a rey. 

Y esto no es sorprendente, porque Derrick tenía todo el derecho de hacer esto, siendo un hallazgo ideal para este papel. No odiaba a sus colegas, pero la nueva guerra no podía evitar enojarlo. 

Además, el demonio no quería y simplemente no podía separarse de Judith en este momento. Y si otros demonios vienen a este mundo a hablar con Derrick, seguramente olerán su aroma, que es demasiado apetecible para todos.

«¿Y por qué hueles así?» – gimió con disgusto.

Derrick ya le había pedido a Carmen que se contuviera, pero esto podría no funcionar con otros sujetos, que eran más groseros e insolentes. 

Y ayuda no pudo evitar preocuparse, porque ahora no quería preocuparse por eso en absoluto. Derrick quería concentrar todas sus habilidades en Hannibal.

Debido a las investigaciones de Judith, el área de búsqueda se ha reducido notablemente. De hecho, todos los que ella nombró no estaban familiarizados con el demonio, pero Derrick supuso que se trataba de personas cercanas al duque real. Después de todo, juzgó por el rostro serio de su esposa.

«Me da dolor de cabeza solo de pensarlo», se dijo de nuevo Derrick, llevándose un cigarrillo a la boca y exhalando un humo acre, que inmediatamente desplazó la fragancia de Judith de la habitación, llenando el espacio consigo mismo.

El demonio nunca habría pensado que el propio Hannibal querría convertirse en un recluso, permaneciendo en un cuerpo humano por un tiempo, porque odiaba más a las personas.

Por supuesto, esto no es raro entre tales criaturas, pero muy a menudo nacieron mestizos o híbridos, de una combinación de demonios y otras especies, donde los humanos no son una excepción. Y el propio Hannibal nació de esa unión.

Por lo general, los demonios nacidos de un humano y que no poseían habilidades mágicas se clasificaban como seres inferiores, razón por la cual Hannibal vivió con esta negligencia de los demás durante toda su vida. 

Los purasangre se comportaron a su alrededor como si no fuera nada, una persona vacía que no podía valerse por sí misma. 

No importa qué tan bien el híbrido hiciera frente a la magia, siempre no fue suficiente en la opinión de los demás, porque la etiqueta de «mestizo» ya colgaba de ellos como una sombra.