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Capítulo 10

Judith sintió como si la sensación sofocante en su pecho se aliviara con su consentimiento. Pero duró muy poco.

"Cambia los términos en su lugar. Con hacerlo cuando quiera hacerlo, no solo ahora".

En otras palabras, quería decir que tendría sexo con ella cuando quisiera de ahora en adelante. Con disgusto, Judith se mordió el labio inferior con fuerza.

  Como era virgen, mentiría si dijera que no tenía miedo de la experiencia desconocida del sexo.

Pero esos pensamientos pronto fueron anulados. Más bien, esta puede ser incluso una buena oportunidad para ella, tal como dijo Vinsen. 

Judith decidió tener el bebé de Derrick, y si planeaba lograrlo, tenía que tener relaciones sexuales con él varias veces, una y otra vez, hasta quedar embarazada.

"...Bueno lo haré."

Tan pronto como ella lo aceptó de mala gana, Derrick tenía una mirada agradable en su rostro. Inmediatamente puso sus tobillos sobre sus hombros. 

Sus dos piernas estaban levantadas, abiertas ampliamente, y tan pronto como las que estaban debajo del ancho de su falda quedaron explícitamente expuestas, Judith se sobresaltó y lo golpeó en los hombros.

"¡Tu historia es lo primero!"

Ante su disuasión, como cuando fácilmente hizo una mirada agradable en su rostro, arqueó las cejas y cambió a una mirada de disgusto. 

Debido a ese cambio, Judith nuevamente se convenció de que el hombre frente a ella no era su esposo. 

Su esposo no era alguien que tuviera varios cambios en su expresión. Sobre todo si era delante de Judith.

"Maldita sea, me moriré de hambre aquí..."

Derrick murmuró irritado, pero le soltó los tobillos que había estado agarrando con fuerza. Judith rápidamente se deslizó debajo de él y trató de moverse hacia la cabecera de la cama.

  Pero, fue imposible porque él presionó firmemente sus hombros como si hubiera sentido sus intenciones.

"Escucha aquí. No te vayas corriendo.

La sonrisa que le estaba dando era bastante delicada. Judith, que sentía que su corazón latía con ansiedad, todavía lo escuchaba atentamente, curiosa por la historia que contaría.

"Como habrás notado, no soy tu esposo".

Acarició la mejilla color albaricoque de Judith con el dorso de la mano. Su mano inexplicablemente traicionera descendió hasta su escote y jugueteó con sus clavículas hundidas.

"Derrick Mexillion".

Pronto, la hábil mano de Derrick se deslizó hacia abajo sobre su escote blanco.

"Ese es mi nombre."

"¿Mexillón? Nunca he oído hablar de un apellido así...".

"Naturalmente. Porque no es una familia lo que existe en el mundo humano."

'Mundo humano'. Judith frunció el ceño al no poder entender sus palabras, en las que llamaba a esta tierra como si fuera un mundo diferente.

"Porque soy un demonio".

Sus palabras que finalmente había agregado fueron suficientes para confundirla.

"... ¿Qué dijiste?"

Judith se quedó estupefacta y lo empujó con manos decididas, levantando su cuerpo para sentarse.

  La parte delantera de su vestido estaba despeinada, revelando una piel blanca como la leche, pero no estaba en sus cabales para levantarlo.