Capítulo 7

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Kilian-

Hoy será la dichosa excursión de la escuela, no me encontraba de ánimos pero ya que ir valía la mitad de la nota final tenía que.  Preparo mi mochila donde solo llevo dos mudas aparté de unos pantalones para dormir. Suspiró cuando veo la hora que es, eran las cuatro de la mañana y apenas pude dormir por la ansiedad de viajar a otro sitio.

Ir en un autobús con varias personas que ni conocía y que aparte eran demasiado ruidosas no era de mi total agrado la verdad. Bajo con algo de irritación en mi sistema. Veo a mi tío tomar una taza de café en la pequeña isla de nuestra pequeña cocina. Me vió unos segundos antes de regresar su mirada al frente, aún que él nunca lo admita se que le causa algo de incomodidad tenerme aquí con él, mi parecido con mi padre era evidente y era algo a lo que tío Esteve aún no se acostumbraba y jamás lo culparia por ello, ya que para el fue mi padre el que llevo a la ruina a mi madre. Busco un abrigo ya que aún hacia algo de frío apesar de estar adentro de casa hoy hace mucho frío, tío Esteve toma la suya y se acerca a la mesita que hay en la sala donde coloca sus llaves.

Las toma y salimos de casa.

- Ten cuidado - dice y asiento. Antes de arrancar me habla de nuevo - ¿llevas condones? - pregunta y hago una mueca - ¿o es que te gustan los chicos? Apesar de eso las enfermedades aún existen...

- ¿De donde sacas que me gustan los hombres?

- Los hombres más atractivos siempre...

- Ya ni me digas nada - le digo alejandome de el

Comienzo a caminar para acercarme al montón  de estudiantes que ya se encuentran afuera de la escuela, muchos de ellos parecen odiar este día como yo y otros ríen como si nunca hubieran salido de sus casas, par de descerebrados. Me acomodó en una pared viendo a todos a mi alrededor, en todo el tiempo que llevo viendo hacia cualquier lado por fin mi vista es detenida por las personas que vienen caminando a mi derecha.  Veo a Maggie hablando con el rubio que la acompañaba el día de la fiesta, no sé por qué pero mi mirada pasa de ellos como su tuviera vida propia en busca de alguien más, pero es envano por qué no está.

Pero cinco minutos después las maldiciones de alguien me hace voltear, es ella, parece molesta por el café derramado en su chamarra negra, que apesar del color se nota la mancha de humedad. Luce muy tierna con el gorro que lleva puesto, hacia frío pero no para tanto, una sensación amarga se aloja en mi vientre bajo cuando veo lo que saca de su bolsillo, un cigarrillo, es estúpido y peligroso fumar frente a los demas, pero a ellos les parece importar menos su existencia. Volteo hacia donde están ambos rubios y ellos niegan en conjunto sus cabezas, Elle los ve y se encoge de hombros portando la misma expresión de indiferencia hacia las demás personas, llega hacia ellos y veo como Maggie la reprende por el cigarro y ella lo tira al suelo aplastandolo con sus botas negras.

—Dios, que molestia contigo — la escucho decir, su amigo por el contrario se encoje de hombros.

Después de unos minutos los profesores llegan y nos piden que subamos al autobús, este iba repleto de adolescentes. Subo de último, oh bueno eso creía, ya que Elle es la siguiente en subir después de mi, ella ve hacia todos lados en busca de un asiento pero ya todos sé encuentran ocupados a excepción de donde yo me encuentro sentado y otro donde va un chico que luce bastante mal y con el que nadie parece querer sentarse.

Genial

Me siento y ella habla:

- Me podría.. em, sentar cerca de la ventana..

- No - me siento. ignoró el insulto que me suelta.

Ella se sienta en la esquina con una mueca de molestia y con una mirada de odio hacia mí. La ignoro y presto atención a lo que un profesor comienza a decir. Sobre precauciones y con qué demos una bueno impresión, después de eso se sienta y el auto bus arranca y comienza su trayecto hacia los angeles. Volteo una última vez hacia el lado en el que se encuentra ella y veo como saca un par de auriculares y se los coloca, se acomoda en el sillón y cierra sus ojos, ignoro su presencia y me concentro en la vista que me proporciona el camino.

Aprendiendo a vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora