Capitulo 41

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Elle-

Siempre creí que el amor para mi iba hacer algo que no conocería, siempre pensé que sería esa mujer que se quedaria sola toda su vida, con eso no quiero decir que eso esté mal. Me metí eso a la cabeza " el amor no es para ti" lo acepte. Pero ahora estaba en un maldito triángulo amoroso. No quiero eso, es tan irritante, tan estúpido. Soy una estúpida, tengo que dejar todo eso atrás.

Me casaré con Andrew, el lo merece, el merece que le devuelva toda la felicidad que el me brindo cuando sentía hundirme, el no solo es mi prometido, el es mucho más, lo quiero, claro que lo hago, es casi similar al amor sentí por kilian alguna vez. Se que lo lograremos se que nos amaremos y seguiremos juntos hasta envejecer.

Salgo del edificio vuelta un lío "se acabo" me repito varias veces, ya se acabo, mi historia con kilian llego a su fin justo en el momento que puse un pie fuera del edificio de masón ropster que era otro odioso que no dejaba de jugarme sucio.

Los guardespaldas me informan que buscaron a Alexander por varios lugares donde usualmente estaba, pero ya no, el había desaparecido, mi corazón dolia pues le había prometido llevarlo aún lugar mejor y cuando prometo algo me gusta cumplirlo, ya que para mi las promesas son en lo único que creo. Mi cabeza duele por tantas cosas, solo quiero volver a Londres y tener la paz que tanto necesito.

Llego al hotel donde nos estamos hospedados mi hermano y yo, entro a su habitación hecha una furia. El se encuentra recostado en la cama - ¡Eres un imbecil! - le arojo una almohada que estaba en un sofá, el se alarma cuando arrojo una tras otra- ¡Sabías que el estaría ahí y me hiciste ir a esa maldita cena!

- ¡Lo necesitaban! Aush... - le arrojo una libreta que le cae en la frente - ¡Basta loca!- me arroja las almohadas que le había tirado antes

- ¡Eres un animal! - me arrojo a el dándole golpes que son como cosquillas para el, el suelta carcajadas y yo solo enfuresco más - ¡¿De que te ríes idiota?! - el sostiene mis manos con un brillo en sus ojos.

- Parecemos críos - me dice - Lo que no hicimos de niños, tu lo haces en tres segundos porque te hago ver a tu ex's - ruedo los ojos - ¿Alguna vez te has preguntado si todo hubiese sido diferente para ambos? - me recuesto a su lado viendo el techo.

- Si tu hubieses estado desde antes... tal vez todo hubiera sido mejor - el me sonrie - Pero aun estoy enfadada contigo - lo señaló con un dedo acusador - veo mi reloj - ¿Ha que hora nos iremos mañana? - le pregunto

- No nos iremos, las fronteras han sido cerradas hasta después de año nuevo. Y además no me siento muy bien - me acerco a él preocupada - Pero estaré bien... tengo que, mañana tengo que ir a una junta de socios a la ciudad de Washington - veo como intenta hacer hacer esfuerzo para levanrse pero lo detengo

- Iré yo.. tu ya me has entrenado para este tipo de cosas - el niega pero insisto - Confía en mi, así como tu cuidas de mi yo lo haré también - sentenció cubriendo su cuerpo con una cobija - así que duerme, que yo iré mañana - el asiente

- Ya que insistes.... confío en ti, por cierto iras con Masón, mi jet esta en detención por el cierre de fronteras ya que solo pedí un permiso para la ciudad de New York - no sabia tal cosa. Asiento y salgo de la habitación de mi hermano

Salgo de mi habitación llamando a mi prometido que me avisa que su familia me espera en su casa, me arreglo para la cena. Me coloco un vestido color esmeralda que acentúa mi figura, la tela de seda cae por mis pechos. Ahora es lo único que me gusta de mi cuerpo a demás de mis piernas.

Salgo del hotel y me dirijo hacia la casa de los smith. Después de un rato llegamos a un lugar con un montón de casas elegantes, el auto para frente a una casa colonial con toques modernos.

Aprendiendo a vivir Where stories live. Discover now