LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 81 AL 90

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CAPÍTULO 81. PROVOCAR
A LING YUCHENG (1)
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No importa lo que pensaran los demás, una de las dos partes involucradas no parecía totalmente seria, como si estuviera bromeando, mientras que la otra no tenía expresión, como si no lo hubiera escuchado en absoluto. Hasta cierto punto, los dos eran una pareja perfecta.

"Yuanlie, no te metas..."

"¿Oh? Entonces, ¿qué piensas, Shen Liang? ¿Vas a aceptar su propuesta?"

Al ver que la situación se iba a salir de control, el yerno imperial estuvo a punto de dar un paso al frente para resolver el bochorno. Pero el quinto príncipe Qin Yuntian, que siempre había sido sin escrúpulos, aún no se daría por vencido. Sus ojos malvados cayeron directamente sobre Shen Liang en el acto. Por lo tanto, Shen Liang volvió a ser el centro de atención de la multitud. El parloteo desapareció sin dejar rastro, y todo el salón quedó en silencio.

Ahora que lo llamaban de nuevo, era inapropiado si todavía pretendía que no sabía nada. Shen Liang dejó de jugar con el arco y la flecha lentamente, levantó la cabeza y miró a su alrededor. Miró a Alteza Duan delante de él y dijo: "Si no recuerdo mal, es una competencia entre el mayor general Ling y yo, ¿no? ¿Cuándo se convirtió en una demostración personal de hablar sobre mi matrimonio?"

No importa si lo quería o no, era imposible para él expresar su actitud frente a estas personas. Su matrimonio era asunto suyo y nadie podía interferir.

"Ejem..."

Obviamente, sin esperar que Shen Liang respondiera así, Alteza Duan tosió de forma poco natural, fingió aclararse la garganta y continuó: "Shen Liang tiene razón. Ahora todavía está compitiendo con el mayor general Ling. Además, el matrimonio siempre ha sido arreglado por padres. Sus padres murieron hace años, y es comprensible que Yuanlie pierda el tiempo. Pero, ustedes no deberían. Shen Liang es un Shuang'er, cuya reputación es más importante que su vida."

Mientras hablaba, Alteza Duan miró a esos príncipes que parecían más hoscos. No pudo evitar suspirar profundamente en su corazón. Tal vez incluso Su Majestad estaría alarmado por esto.

"Está bien. Hablemos de eso cuando lo pienses."

Como si temiera que todos no se sorprendieran lo suficiente, Pei Yuanlie miró a Shen Liang y sonrió significativamente. Quizás nadie adivinaría que hablaba en serio esta vez. Fue la mejor respuesta para él que Shen Liang no lo rechazara en público.

"Gracias, su alteza".

Volviéndose hacia él, Shen Liang le agradeció seriamente. Después de eso, se volvió hacia Ling Yucheng y dijo: "Mayor general Ling, ¿continuamos?"

No es fácil ser un héroe. Hoy le daría una lección gratis.

“ ...”

Con el rostro oscurecido, Ling Yucheng no sabía cómo responder. No sabía si debía admitir la derrota o simplemente quedarse allí como su objetivo.

"¿O quieres admitir la derrota? No importa. Soy una persona muy fácil de tratar. Si admites la derrota, no pensaré realmente que intentaste intimidarme por tu identidad como pariente de la familia imperial."

"Tú..."

Al escuchar eso, Ling Yucheng abrió mucho los ojos. Cogió la manzana y se la puso en la cabeza por impulso. "¡Bien, solo hazlo!"

"¿Oh?"

Con las cejas ligeramente levantadas, Shen Liang realmente tomó el arco y dio unos pasos atrás. Al igual que Ling Yucheng hace un momento, se detuvo a unos cinco metros de Ling Yucheng. Levantó el pesado arco con la mano izquierda y puso la flecha en él con la derecha. Parecía que le costaba mucho esfuerzo tensar la cuerda del arco. Con su acción tan poco hábil, los corazones de Ling Yucheng y los demás se les colgaron de la garganta.