LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 421 AL 426

CAPÍTULO 421. BURLÁNDOSE
DE ZHUO; RECHAZANDO A
ZHAO HONG (1)

 "..."

Los cuatro se miraron, y entonces Shen Liang, fingiendo seriedad, extendió la mano y presionó su hombro: "Confía en mí, Zhuo, la Alteza Jing conocía tu corazón como hace ochocientos años."

"¡Hmm! Sí..."

Xie Yan, Wei Tan y Yang Tianyu asintieron al unísono. La Alteza Jing no era ciego. Se sonrojaba cada vez que lo veía, con sus ojos escritos con las palabras "Me gustas". Sólo un tonto podría no darse cuenta.

"..."

Esta vez, fue el turno de Xian Zhuo de quedarse sin palabras. Pero pronto, no pudo evitar sentirse aún más deprimido. Si la Alteza Jing realmente lo sabía pero fingía no saberlo, ¿no significaba que no le gustaba en absoluto?

"¿Qué otra vez?"

Al ver eso, Shen Liang, impotente y preocupado, puso su brazo alrededor de su hombro. Xie Yan y los demás también se asomaron. Xiang Zhuo dijo sus pensamientos en tono enfurruñado. Los cuatro desviaron la mirada y fingieron no oírlo. Por fin habían comprendido que no sólo ante la Alteza Jing, sino también mientras se tratara de la Alteza Jing, ¡se convertiría en un tonto! ¡Tan desesperado!

"Espera, Zhuo. ¿No te has dado cuenta de que cada vez que la Alteza Jing venía a nuestra tienda, se burlaba de ti?"

Finalmente, Wei Tan se volvió para mirarle de nuevo. Xie Yan y Yang Tianyu también tenían una expresión de aprobación. Desde aquella vez que fueron a la tienda con Liangliang, el Alteza Jing iba de vez en cuando a echar un vistazo. Cada vez que iba, se burlaba de Zhuo. Todos podían ver que Zhuo no era un simple transeúnte para él. ¿Por qué no podía sentirlo?

"¡¿En serio?!"

El deprimido Xiang Zhuo reveló inmediatamente una gran sonrisa y recuperó su vitalidad.

¡Realmente sin esperanza!

Los cuatro intercambiaron miradas, sus caras y ojos con un desprecio no disimulado. Había sido 'envenenado' demasiado profundamente, e incluso Shen Liang no podía hacer nada. ¡El nombre del veneno era Jing Xiran!

"Zhuo, hazle saber si te gusta. ¿De qué tienes miedo? El peor escenario es que te rechacen, lo cual no es mucho peor que tu situación actual. ¿Por qué tienes que estar en un enamoramiento tan secreto? Si Su Majestad realmente le concede un matrimonio algún día, llorarás hasta morir en el retrete, ¿verdad?"

Después de un momento, Shen Liang se puso un poco más serio, y Xiang Zhuo se sintió algo frustrado al oír eso: "Lo sé, pero cuando le veo... no sé qué decir, y cuando recupero el sentido, ya se ha ido. ¿Qué puedo hacer?"

"..."

Todos se quedaron sin habla. Shen Liang puso los ojos en blanco y una mirada socarrona se dibujó en su rostro: "¿En serio? Pues como quieras. He oído que Su Majestad se dispone a elegir marido para la sexta princesa. Hay pocas personas en toda la ciudad imperial capaces de igualarla en todos los aspectos. Los candidatos más probables son tu hermano mayor y Jing Xiran. ¿Estás seguro de que quieres verle convertirse en el marido de la sexta princesa?"

"¿De quién has oído eso? La sexta princesa sólo tiene trece años..."

Xiang Zhuo se puso nervioso por reflejo, y la razón que dio se quedó a medias y se silenció automáticamente. Trece años no era poco, y una princesa tardaba casi un año desde que se comprometía hasta que se casaba. Quizá era realmente posible. Xiang Zhuo pensó más y más, sus labios se apretaron, sus manos se retorcieron impotentes, y cuando levantó la cabeza, sus ojos ya se habían puesto rojos. "¿De verdad?"