LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 281 AL 286

CAPÍTULO 281. LA MANSIÓN
DEL CUARTO PRÍNCIPE DA LA BIENVENIDA A LAS NUEVAS
NOVIAS (1)

En la Mansión de Dongling, el Cuarto Príncipe y Alteza Jian enviaron a la gente uno tras otro. Después de un ajetreo y un embrollo, toda la mansión se animó. El cuarto príncipe sólo envió dos pequeñas berlinas a buscar a las novias, y él mismo ni siquiera apareció. La dote de Shen Qiang y Shen Jing no podía reducirse, especialmente la de Shen Qiang, que ayer había trasladado la mitad de los tesoros del almacén.

Al ver cómo sacaban de la mansión las cajas con las dotes, Sun Jing retorció el pañuelo. Sin embargo, después de pensar que Shen Jing ya estaba embarazada mientras que Shen Qiang no, su corazón se sintió un poco equilibrado. Después de que una mujer se casara, sólo la descendencia era lo más importante.

"Madre..."

Shen Qiang, que ya se había puesto el vestido de novia, estaba tan afligida que no paraba de sollozar. Después de todo, ella también era la hija legítima de la mansión del duque. El cuarto príncipe sólo vino a buscarla con una pequeña silla de manos. ¿Cómo podría salir a ver a la gente en el futuro? Esto se convertiría en una vergüenza que no podría borrar en toda su vida.

"De acuerdo. ¿A quién más podrías culpar?"

Un poco molesta por sus sollozos, el tono de Liu Shuhan tampoco era bueno. ¿Cómo podía sentirse cómoda mientras su propia hija era menospreciada así? ¿Pero qué podía hacer? Qiang'er estaba destinada a perder la virginidad. Deberían sentirse afortunados de ponérsela al cuarto príncipe. ¿Podrían realmente ir y razonar con el cuarto príncipe? Hasta ahora, ella todavía no había descubierto quién estaba detrás de todo esto. Si la otra parte lo descubría, por no hablar de la concubina lateral, ¡Su Majestad y el cuarto príncipe podrían haberlos matado a todos!

Al pensar en la persona que estaba detrás de todo esto, el rostro de Liu Shuhan se ensombreció un poco más. Al principio, sospechó inconscientemente que debía ser Shen Liang, pero luego pensó que no era así. Si fue Shen Liang quien engañó a Shen Hui para destruir la virginidad de Qianger, ¿cómo era posible que las enviara a la cama del cuarto príncipe? Había demasiada gente en el Templo Xiangguo ese día que tenía la habilidad de lograr esto sin dejar que nadie lo supiera. ¡Ella realmente no sabía por dónde empezar!

"Madre, tienes razón. La mansión del cuarto príncipe no es como tu casa. Tienes que aprender a ser más inteligente en el futuro, ¡de lo contrario no sabrás ni cómo morir!"

Antes, Shen Xiao se preocupaba más por esta hermana menor. Pero ahora, su temperamento había cambiado mucho, y aunque no era tan grave que ya no se preocupara por ella, ya no usaba esas palabras suaves como antes.

Habiendo sido desagradada sucesivamente por su madre y su hermano mayor, Shen Qiang se sintió aún más agraviada, con lágrimas cayendo por sus mejillas. Liu Shuhan se ablandó el corazón y, sin poder evitarlo, le levantó la cara para secarle las lágrimas: "No llores. También lo hacemos por tu propio bien. Por mucho que te cases en la mansión del cuarto príncipe, él aún no tiene una esposa legítima. Con tu aspecto y tu talento, es fácil ganarse su favor siempre que seas un poco más lista. Y si puedes dar a luz al primer hijo, no es imposible convertirte en la primera esposa. Para entonces, ¿quién se acordará de esos líos?"

Era la charla empírica de Liu Shuhan. ¿Se había casado en la mansión de forma decente? Más tarde, ¿todavía ascendió y se convirtió en la distinguida primera esposa? Aunque actualmente estaba en desventaja debido a ese pequeño bastardo, ¡creía que pronto podría contraatacar y volver a ser la única anfitriona de esta mansión!

"Um, mamá, lo sé."

Shen Qiang asintió con lágrimas en los ojos, sollozando. Liu Shuhan cogió una cajita de madera de la mesa y se la entregó: "Guárdala. Cógelo antes de que tú y el cuarto príncipe tengan sexo, y seguro que te quedas embarazada de un golpe."