LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 179 AL 184

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CAPÍTULO 179. ARGUMENTÓ
DE NUEVO (1)
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"Bueno, sigue mirando."

Retomando sus ojos sonrientes, Shen Liang levantó una mano para dejar bajar a Lei Zhen, luego se levantó mirando a todos: "Señora, si quiere saber lo que le he dicho a la Gran Princesa, ¿por qué no se lo pregunta en persona? Ahora soy la futura Princesa Heredera Qingping. Si envío un correo, la Gran Princesa lo recibirá. Y también puedes preguntarle si Liu Wenjin fue expulsado de su puesto por orden mía. En cuanto a tu hijo y Shen Yang, si no recuerdo mal, sobornaron al examinador jefe el año pasado. En ese momento, yo todavía estaba sufriendo en la mansión del campo. ¿Cómo iba a inculparlos? ¿Dirías que yo los instigué a hacerlo? Entonces soy realmente algo. Puedo instigar a otros antes de regresar. ¿Qué tal si la próxima vez intento instigar a Su Majestad para que descuartice a tu hijo?"

"Tú..."

Shen Liang casi se inclinó y le susurró la última frase al oído. El corazón de Liu Shuhan dio un vuelco, pero Shen Liang no le dio la oportunidad de hablar. "Dijiste que no hay paz en la mansión después de mi regreso. Quiero preguntarte por qué. ¿He tomado alguna vez la iniciativa de ofender a alguno de ustedes? Excepto las dos veces que fui a Hexiang, y una vez que fui al patio delantero a buscar al señor, y me arrodillé para recibir el edicto imperial hace dos días, recibiendo al segundo hijo legítimo del duque Ling'an y al nieto legítimo del anciano Xie esta mañana aquí, básicamente nunca he estado en el patio delantero ni en ningún otro patio. ¿Cómo voy a poner la mansión patas arriba? Mi Patio Chongling fue destruido, lo que te llevó a perder tu poder doméstico a manos de otra persona. ¿Es culpa mía? ¿Yo soy la fuente del desastre? ¿Qué te hace decir eso?"

Si no decía nada, ¿realmente pensaban que era un pusilánime? ¡Bien! Aprovechando esta oportunidad, sólo quería tener un debate con ellos. Por cierto, ¡para echar más leña al fuego!

"Pero..."

Al oír eso, el rostro de Liu Shuhan palideció y su cuerpo tembló. Justo ahora, sólo pensaba que si su señor no podía hacer nada al respecto, sólo podía confiar en la Alteza Qingping. Según su estilo habitual, no era imposible traer a su hijo de vuelta de la prisión directamente. Mientras ella pusiera toda la culpa en Shen Liang, entonces toda su familia, incluyendo a su señor, también le obligaría a pedir este favor a la Alteza Qingping. Aunque aún no fuera su esposa, era un hecho que había salvado la vida de la Alteza Qingping, y no debía ignorar su petición. Pero olvidó que Shen Liang era elocuente y que nunca temía enemistarse con ellos.

"¿Pero qué? ¿Qué tal si lo digo por ti?"

Sin mirarla, Shen Liang supo lo que estaba pensando. Sus ojos, que parecían capaces de ver a través de la mente de los demás, finalmente se apartaron de ella. Mirando a los demás, que se habían puesto colorados al oír sus palabras, dijo directamente: "Señora, es usted realmente buena maquinando. Aquel año me pusiste mala fama y sabías la razón. En aquella época, mi hermano mayor y yo éramos aún jóvenes y sólo podíamos estar a merced de usted. Pero ahora todavía quieres usar este mal nombre para pedir a toda la familia, incluyendo a su señor, que me obliguen a suplicar a Su Alteza Qingping, ¿verdad? ¡Qué capricho! Olvídate de otras cosas. Si la que está prometida con la Alteza Qingping es su hija Shen Qiang, ¿aún así la forzará? ¿Haciendo una petición tan desesperada antes de casarme con él? Este movimiento no sólo puede salvar a su hijo, sino también hacer que Su Alteza me tenga cierta animosidad. Incluso si no rompe el compromiso y se casa conmigo, no tendré buenos días después de casarme con él, ¿verdad? Si no tengo suerte y cancela el compromiso directamente, ¿no sería mejor? Matar dos pájaros de un tiro, no, ¡matar tres pájaros de un tiro! Este es el pequeño truco que se te da mejor. Como cuando me pusiste el nombre de un bane, hiciste que me echaran y forzaste a mi hermano mayor a irse. Si no fuera por la propia habilidad de mi hermano mayor y se ganara a sí mismo un título de general de tercer rango, ¿quién en la ciudad imperial recordaría todavía que somos los hijos legítimos de su señor? A los ojos de todos, me temo que su señor sólo toma a Shen Xiao y Shen Qiang como sus hijos. Mi señor, ¿estoy en lo cierto?"