CAPITULO 1

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Lucienne

Miércoles, 3 días antes de la boda

Probablemente estar paranoica no era bueno, pero tampoco podía evitarlo. Hoy era miércoles, faltaban tres días para que Drew y yo nos casáramos y yo sentía que hacían falta muchas cosas.

Me había tomado estos tres días como vacaciones del trabajo junto con los de la luna de miel. Tendríamos una semana en Italia para nosotros solos, conociendo pueblos hermosos y probablemente algunos viñedos.

Mamá y yo estábamos en mi apartamento, tomando un descanso de los hombres en nuestra casa, papá y Karl. Se habían estado comportando muy protectores conmigo la última semana y ya me tenían algo abrumada, me casaría, no me mudaría al otro lado del mundo como ellos probablemente creían.

— Tenemos un regalo de Joanne — dijo mi madre.

— ¡Oh! La tía Joanne, no podrá asistir. — la miré tomando el regalo — le enviaré una tarjeta de agradecimiento.

— ¿No debería estar Drew aquí contigo?

Sí debería, pero le di el resto de la noche libre para que se relaje, había estado toda la semana conmigo. Era bueno que nos diéramos un descanso antes del gran día.

— Está con sus papás — abrí el obsequio y lo saqué de su envoltura — Dijo que su mamá y el acompañarían a Jack a ajustar su traje.

Mamá estaba a punto de decir algo, pero el sonido de mi teléfono la interrumpió. Levanté mi dedo índice hacia ella, indicándole que solo tomaría un momento.

— ¿Hola? —respondí, poniéndolo en alta voz para que ella también escuchara. 

— ¿Señorita Lucienne? — decía una voz masculina detrás de la línea.

— Si, dígame. Soy yo.

— Soy Oliver, del servicio de catering.

Mamá y yo nos miramos una a la otra con muchas preguntas en la mente. Se suponía que todo el servicio de catering ya estaba cubierto, no deberían estar llamando, hasta unas horas antes de la boda.

¿Debería preocuparme? Mamá me instaba a que hablara.

— ¿Sucedió algo? — dije con cautela.

Oliver, el amable chico que me atendió el día que asistí al lugar ahora se acababa de aclarar la garganta, perceptiblemente incómodo. Desde luego esa no era una buena señal.

— Lo que pasa es que hubo una confusión de fechas.

¿Qué? Susurró mamá quien ahora se encontraba a mi lado

— ¿Qué quiere decir con una confusión de fechas? Fui hace tres meses para apartar mi lugar. — dije con algo de molestia.

— Nuestro asistente accidentalmente confundió su fecha con la de otra novia que vino meses antes.

No puede ser, estas cosas no deberían pasar tres días antes de una boda, no en mi boda. Oliver, no esperó a que yo hablara.

— Sin embargo — se apresuró a decir — Queremos que sepa que haremos todo lo posible para que tenga al personal que necesita. Debíamos informarle en caso de que las personas que viera el día de su boda, fueran distintas a las presentadas antes. Le ofrecemos una disculpa y también una rebaja en el servicio. Le devolveremos el diez por ciento del depósito por el mal entendido... 

Oh, en ese caso, supongo que era algo bueno dentro de lo malo, una devolución no cae nada mal.

— Está bien, aprecio mucho que me lo hayan comunicado con anticipación, pero quiero que sepan que esto sería malo para otra persona en mi lugar, no me tomo las cosas personales, pero necesitan agendar mejor — podía sentir mi ceño fruncido — aprecio mucho el descuento. 

Hasta que el padrino ¿me rescate?Where stories live. Discover now