CAPÍTULO 13

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Andrew

Era un largo día, para mi sobe todo. Luego de haber buscado a Evie en el pequeño aeropuerto de Redwood City el día había transcurrido de manera lenta, sobre todo hoy que no estaba realmente ocupado. Mi hermana se había ido a descansar después de la comida, mamá tenia clases de pintura en la iglesia y Lucienne había parecido algo cansada después del viaje. Pensé que iría a descansar, sin embargo se quedó para hacerme compañía.

Ahora estaba sentado en la mesa de comedor que se encontraba en la cocina, con algunos planos extendidos por toda ella y con la mirada fija en la pantalla de mí Tablet, diseñando algunos espacios que ya habían sido aprobados. Lucienne estaba a unos cuantos pasos frente a mí, sumergida casi espiritualmente en el fregadero con las manos enjabonadas, ocupada con el tedioso trabajo de lavar los platos. El sonido del agua y el suave tintineo de estos era todo lo que se escuchaba en esta habitación.

Por más que le dije que yo lavaría los platos luego, no accedió. Cuanto se trataba de terquedad, tal vez la primera persona que podría cruzarse por mi mente sería ella.

Cada tanto, levantaba la vista de la Tablet para observarla en silencio, se veía tan tranquila cuando estaba concentrada en algo, lucía relajada, impasible, era como que una burbuja se formaba alrededor de ella y bloqueara todo lo exterior. Mi mente estaba inquieta, y una serie de preguntas no dejaba de atormentarme.

Lucienne, con su cabello negro caído de forma libre sobre sus hombros, seguía concentrada en su tarea, su perfil pulcro y suave era una visión hermosa y tranquila. De vez en cuando una gota de agua o jabón salpicaban su mejilla, y yo dejaba escapar una sonrisa al verla.

Realmente me preocupaba ella. ¿Por qué Drew nunca quiso presentarnos formalmente? Él y yo habíamos sido amigos desde la universidad, sabía de sus novias, las había conocido a todas, lamentablemente. Pero con Lucienne fue distinto... ¿Tenía miedo acaso de que yo hubiera hecho lo mismo que él me hizo? Hombre, yo no era una persona rencorosa y mucho menos tendría la bajeza de hacer eso. No podría, y sobre todo, al conocer a Lucienne, no habría podido hacerle eso.

Volví mi vista hacia la Tablet, diseñando los espacios del hotel. Podía sentir mi ceño fruncido, pero el pensamiento anterior me había molestado.
Ahora mientras acomodaba algunos muebles en los espacios que me mostraba la pantalla, mis pensamientos se desviaban a Lucienne. ¿Cómo podía quitar esa mirada triste de sus ojos? Ella era sin duda una mujer increíble y merecía ser feliz. Sabía que lo de Drew le afectaba, pero no sabía que tan difícil era superarlo.

¿Se requería mucho tiempo? Probablemente mamá me diría que no podía hacer a todos felices todo el tiempo, pero ¿Cómo iría contra eso? Es decir, salía de mí como si nada. Era una debilidad.

— ¿Qué haces? — Me sobresalté al escuchar la voz de Lucienne a mi lado.

Ella estaba sonriendo, divertida por cómo me había asustado.

— ¿Cuándo llegaste hasta aquí? — Alejé el lápiz digital de la Tablet mientras la observaba.

Lucienne inclinó un poco más su cuerpo para poder observar mejor lo que sería la recepción del hotel.

— Hace unos minutos, pero estabas tan concentrado que no quería perturbarte. ¿Eso es para hacerte una idea o es lo que pondrás en esa parte de tu hotel?

Regresé la vista a la pantalla y deslizaba el lápiz por los rincones mientras le explicaba.

— En realidad es para hacerme una idea de lo que irá en esa parte, cuando por fin me reúna con los demás interioristas tendré la idea más clara. Ellos me presentarán propuestas de cosas que sean cercanas a esto.

Hasta que el padrino ¿me rescate?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt