Hasta que el padrino ¿me rescate?

CAPITULO 10

Andrew

Todavía nos encontrábamos en lo que sería el salón principal, los rayos del sol se filtraban por los grandes ventanales, iluminando el polvo en los distintos rincones. Lucienne estaba a mi lado, observando todo el lugar, maravillada, igual que yo.

— Lucienne —. Hablé suave debido al eco que se formaba alrededor de nosotros —. He pensado mucho en esta casa, invirtiendo tiempo y dinero, más tiempo si me quiero poner técnico. Pero veo su historia y el potencial. Y tengo un plan para esto.

Ella seguía viéndome con curiosidad. Los rayos de sol que se filtraban por los distintos ventanales la hacían ver tierna e inocente. Sus labios esbozaban una sonrisa intrigada, pero a la vez cautelosa, me sentía culpable de ello. No pensé que mi broma le afectara, me sentía tan estúpido ahora mismo. 

— ¿Pero en que encajo yo, Andrew?

Respiré hondo, tratando de que a mi mente llegaran todas las ideas, sin saltarme ninguna.

— Quiero que esta casa sea más que solo madera y un montón de habitaciones —. Caminé, haciendo un recorrido —. Quiero que sea un lugar agradable, familiar, rustico y cálido. Entonces, aquí es donde está el dilema.

Ella asintió, prestando atención. La dirigí hacia unas maderas acomodadas como bancas, invitándola a sentarnos.

— Es un sueño grande, pero demasiado arriesgado y necesito tener la certeza de que podría funcionar, de que los visitantes del pueblo y extranjeros estarán interesados en visitar el lugar y disfrutar de lo que puede ofrecerles la propiedad. Aquí es donde me puedes ayudar. Mientras estábamos en el aeropuerto recordé lo que Drew me dijo sobre ti. Eres buena en tu trabajo. Solo estaba esperando a que el nos presentara de manera formal. 

» Pero dado a que las cosas se dieron de manera distinta, no veo porque alargar más la propuesta. 

La curiosidad de Lucienne aumentó, lo vi en su rostro, en estas horas juntos había notado que era muy expresiva. Me agradaba eso.

— ¿A qué te refieres?

— Investigué un poco, sobre lo que debo hacer. Y tú tienes la experiencia, has estudiado las tendencias del mercado y sabes cómo atraer a las personas. Tienes lo que necesito y tengo las referencias suficientes para confiar totalmente en ti. No me malinterpretes, la compañía en la que trabajo tiene su propia directora de marketing, pero quiero que esto sea mío. No pretendo darle más a la empresa de lo que debo y puedo.

» Necesito que te encargues del marketing, de que des a conocer este lugar al mundo, quiero que sepan que es un lugar que vale la pena. Tendrías este trabajo de ser posible permanentemente, o por lo menos hasta que se cree una publicidad sólida y el lugar adquiera historia.

La mirada de Lucienne paso de la seriedad a la emoción, pude ver como poco a poco el brillo en sus ojos tristes hacia su aparición. Podía engañar a los demás, pero no a mí. Notaba su tristeza.

— Andrew ¿estás hablando enserio? ¿Cuándo lo decidiste? Dios mío, esto es algo grande —. Hablaba sin dejarme replicar —. Esto sería perfecto para la agencia y para mi... ¡Espera! —. Dio un pequeño salto en el asiento frente a mí —. ¿Quieres hacerlo con la agencia?

— Sí —. Asentí — Sé que necesitas los medios económicos y te los daré todos, lo que me pidas. No podría dejarte a ti sola con esto.

— Cielos, por supuesto, ahora no es muy factible hacerlo sola, tal vez en un futuro, pero claro que sí. El proyecto sería mío por lo que tendría mi comisión y la agencia su parte. No pierdo nada, más bien tú me estás dando mucho.