Hasta que el padrino ¿me rescate?

CAPÍTULO 17

Lucienne

— ¿Qué quieres, Drew?

Giré mi cuerpo para verlo de frente y para mi felicidad lo único que sentía al verlo era asco.

— Lucienne, por favor escúchame, solo... — Suspiró agotado —. Solo unos minutos. Necesito que me escuches.

— Pensé que te habías ido —. Mi voz sonó más dura de lo que esperaba y lo supe porque su cara lo delató. — Vete, no quiero escucharte.

Lo dije con firmeza, pero mi voz temblaba ligeramente. Parecía que estaba a punto de desmoronarme y eso hacía que mi enojo creciera. Era una contradicción de sentimientos constantes, me sentía débil al querer enfrentarlo, pero a la vez, lo suficiente fuerte como para terminar con esto de una vez. 

Sin embargo Drew ignoró mi petición y siguió acercándose. Fue en ese momento que decidí plantarme y ponerle un alto. Iba a darme esto a mi misma, me merecía respeto.

 Extendí mi mano, bloqueándole más el paso para tratar de evitar que llegara hasta mí. 

— Basta de estupideces Drew, no tengo tiempo para tus explicaciones. Ya me hiciste suficiente daño. — Espete, mi voz estaba cargada de resentimiento.

Él suspiró pesadamente, como si la gravedad del asunto al fin hiciera peso sobre sus hombros.

— Lucienne, por favor, déjame explicarte. Escúchame. — Casi imploró. Sus ojos buscaban desesperadamente los míos.

¿Por cuanto tiempo más estaría buscándome si no le dejaba hablar? No quería eso, necesitaba acabar con esto lo antes posible, cerrar el ciclo de alguna forma y lo haría ahora. 

— Está bien, habla —. Advertí —. Pero luego de eso te quiero lejos de mí, de mi casa y de mi familia.

Él comenzó a hablar, y lo que salía de su boca era pura basura, pero no debía esperar más de alguien como él.

— Lucienne, lo de la boda fue una equivocación, nunca quise serte infiel. Fue solo un desliz impulsivo que cualquier hombre podría cometer, hasta Karl podr... 

— ¡No te atrevas a meter a mi hermano en esto! —. Grité molesta señalándolo —. Mi hermano no está revuelto con la basura, así que saca su nombre de tu boca.

Él asintió asustado. Tal vez porque nunca me había visto así de exaltada.

— Quiero decir, no deberías dejarme por esto, Lucienne. Es una tontería. Aún te amo, quiero casarme contigo y sé que fue un error, pero no define lo que tú sientes por mí y lo que yo siento por ti. Prometo que eso no volverá a suceder —. Murmuró eso último, tratando de buscar el perdón en alguna parte de mi rostro. 

Respiré profundamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas para todo lo que tenía que decir.

— ¿Qué no debería dejarte por eso? Eres un estúpido Drew. ¿Sabes que lo arruinaste, no? Y ahora pretendes que yo me haga la tonta, me ponga una venda en los ojos y siga como si nada. Rompiste todas tus palabras de "hombre" —. Hice comillas con mis dedos ante eso ultimo — Que desperdicio la verdad. ¿Recuerdas lo que dijiste cuando me pediste matrimonio? — Lo observé con desdén — ¿No? Bueno, te las recuerdo, dijiste: nunca habrá nadie más ¿y qué fue lo que sucedió? ¡Sorpresa! Te acuestas con la primera mujer que se te cruza en el camino. Por supuesto que no vamos a superar esto. ¡Nos rompiste, Drew! 

— Lucienne,por favor dej...

— ¡No he terminado! — Lo señalé mientras él se acercaba más a mí — Estas equivocado si crees que esto no cambia lo que siento por ti. El amor que sentía por ti acabó el día que vi esa asquerosa mancha de labial en tu camisa, se murió, falleció ¿en qué termino o sinónimo quieres que te lo explique? ¡Estas fuera de mi vida!