Una vida con el autor

Capítulo 66: No creo que pueda salvarte

'¿Quién es ella?' Pensé mientras estaba hipnotizado.

La niña llevaba un vestido oscuro, negro y caído. El vestido parece suelto pero estaba ajustado en todos los lugares correctos.

Su cabello era morado como el mío y también sus ojos. Me preguntaba si era mi narcisismo pero ella, que me sorprendió, era como una versión femenina de mí.

Su rostro era inocente con un saludable tono rosado en sus mejillas. Pero como para oponerse a su rostro inocente, su cuerpo era un pecado.

Su cintura era extremadamente pequeña, lo que me hizo preguntarme si llevaba un corsé muy ajustado debajo del vestido.

Sus caderas eran las de un niño. Sus anchas caderas sacaron a relucir este instinto crudo en mí que me dice que ella era muy fértil y que debería hacer todo lo que esté a mi alcance para criarla.

La forma de su cuerpo no podía evitar que los hombres se preguntaran cómo se sentiría encima de ella. Oh, qué fantasía tan obscena.

Pero lo que llamó más la atención fueron sus pechos de color blanco pálido que parecen no solo ser capaces de producir leche sino que también están hechos de ella.

Toda la parte superior de sus senos era visible mientras esos hermosos globos de carne estaban cómodamente ubicados en el bolsillo del pecho de su vestido. Por lo que era visible, estaba claro que no llevaba sostén, pero su pecho desafió audazmente la gravedad y no se hundió en absoluto.

Luego, como si estuviera extremadamente molesta por mi intensa mirada, se volvió hacia mí. Su expresión perezosa se congeló cuando me vio antes de que su rostro inocente y bonito se transformara para formar esta sonrisa familiar.

'Su sonrisa...' pensé antes de que mis ojos se abrieran.

'¡¡Marín!!'

"¡¡Yuito!!" Confirmando mis sospechas, la chica, Marin, me saludó con una brillante sonrisa.

Ahora los ojos de casi todos se volvieron hacia mí. Los ojos del hombre especialmente estaban quemando agujeros en mi cuerpo mientras me miraban con evidente envidia.

Yuito. Definitivamente ese no era un apellido así que sólo podía significar que Marin y yo éramos muy cercanos.

"¡¡Marín!!" Le devolví el saludo y los ojos de los hombres vacilaron antes de apartar la mirada derrotados.

Marín. Obviamente, ese tampoco era un apellido. Lo que sólo podía significar que probablemente estábamos saliendo con otras personas.

Me acerqué a su mesa y no oculté la admiración en mis ojos mientras la miraba de arriba a abajo.

...

Estoy bromeando. Mis ojos realmente no han dejado sus senos. 12

Pero ¿quién podría culparme? Honestamente, nunca me di cuenta de que ella fuera tan bendecida en el departamento de senos.

Marin agitó su mano frente a mis ojos para romper la nueva relación entre mis ojos y sus senos.

"Hola ~ Mis ojos están aquí arriba." Dijo y finalmente la miré.

Ella estaba sonriendo. Ella no estaba enojada ni era tímida. En cambio, casi parecía feliz y orgullosa de que la mirara de esa manera.

Oh. Sí. Probablemente estaba feliz de que alguien la admirara en su cosplay.

Me senté en la silla frente a la de ella y ella también. Me reí entre dientes mientras me acomodaba en mi asiento.

"Juro que ellos me miraron primero." Dije y Marin también se rió entre dientes antes de poner sus brazos debajo de sus senos y levantarlos. Creo que me estaba tomando el pelo.