Una vida con el autor

Capítulo 81: Solo amigos

[3rd POV : Komi-san]

 

Un mes.

Ese era el tiempo que había pasado desde que era amiga de Yuito.

Un mes que significó más para Komi que toda su vida. Fue realmente sorprendente cuántos grandes recuerdos tuvo durante este corto período.

Estaba lleno de acontecimientos encantadores que eran comparables a todo lo que había sucedido en toda su vida.

Un mes. Komi se sorprendió de lo valioso que eso podría ser.

Para ella lo era todo.

Ella hizo amigos.

Dos amigos que eran tan valiosos que le hicieron olvidar su sueño de hacer 100 amigos.

Pensó que con amigos como ellos no necesitaba a otros 98. Fueron suficientes, más que suficientes.

Aunque uno de ellos era más especial que el otro.

Yuito Fujita. El chico que la comprende, el chico que podría comunicarse con ella.

El chico que ahora conocía era a quien amaba.

*Chapoteo*

Komi se echó un puñado de agua en la cara, tratando de enfriar sus pensamientos y también esperando que el toque frío del agua despertara su estúpido corazón.

Inhaló y exhaló suave pero pesadamente, tratando de reprimir los celos y la tristeza que habían estado burbujeando desde lo más profundo de su corazón en el momento en que supo que Marin y Yuito se habían convertido en amantes.

Debería estar feliz, se dio cuenta.

Ella era su amiga. Ella no debería estar triste ni celosa.

Ella no debería haber estado tan amargada.

Incluso ella estaba sorprendida por lo que estaba sintiendo en ese momento. Ella nunca supo que le gustaba Yuito de esa manera, que lo apreciaba de esa manera.

Ella pensó que estaba más que contenta con ser simplemente su amiga.

Aparentemente no.

*Chapoteo*

Se echó otro puñado de agua en la cara para calmarse.

Estaba tan avergonzada de sí misma. Él ya había aceptado ser su amigo, pero aquí estaba ella, codiciosa.

Finalmente levantó la vista y se miró en el espejo frente a ella. Estaba en el baño de chicas y notó que algunas chicas la admiraban desde atrás. Podía verlos en el espejo.

Se miró a sí misma de cerca, contemplando el rostro estoico que había llegado a despreciar a medida que crecía.

Su rostro que no mostraba emoción. Un rostro que no sentía.

La cara de una muñeca y no la de una niña.

Sus dedos se arrastraron hacia ese rostro perfecto suyo, había un enrojecimiento rosado en sus mejillas a pesar de que el resto no mostraba ninguna expresión.

Ella tira ligeramente de sus labios, estirándolos en una sonrisa.

'Soy hermosa, ¿verdad?' Pensó para sí misma mientras miraba a las chicas que la admiraban desde atrás.

Ella era extremadamente hermosa y debía tener confianza en sí misma, eso era lo que Yuito le había dicho repetidamente.

Y después de mostrarle algunas pruebas y repetirse constantemente, Komi había llegado a creerlo.

Después de todo, puede que no tenga confianza en sí misma, pero confía en Yuito.

'Es la verdad. Solo la apariencia, nunca he visto a alguien tan perfecto como tú. Ella recordó sus palabras, lo que provocó una sonrisa imaginaria en su rostro.

Si ella era tan hermosa, entonces...

¿Podría ella-?

*¡¡CHAPOTEO!!*

Volvió a echarse agua en la cara para ahuyentar ese repugnante pensamiento. Se sintió culpable por haber siquiera considerado eso.

¿Robarle a Yuito a Marin? La chica que tuvo la amabilidad de ser su amiga. Su mejor amiga en este momento.

¡¿Qué estaba pensando ella?!

Además, Yuito nunca la elegirá a ella antes que a Marin.

Marín era hermosa. Ella era enérgica y extrovertida. Era buena hablando con los demás y haciendo felices a todos los que la rodeaban.

Todo lo que Komi sólo podía esperar ser algún día.

Komi sacó un pañuelo de su bolsillo y se secó suavemente la cara antes de salir del baño de niñas y regresar a su salón de clases.

Ella se recostó en su asiento y se aseguró de disculparse con él. A Yuito.

Pidió disculpas por sus acciones y también por sus sentimientos.

Entonces empezó la clase y ella se quedó con sus pensamientos. Al final llegó a una conclusión.

Lo que fuera que le estuviera pasando, tenía que detenerlo.

Ella matará cualquier sentimiento que tuviera por Yuito en su corazón.

Porque ella estaba más que feliz....

Ser sólo amigos.

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Ella se giró para mirarle. Su rostro estaba sumido en profundos pensamientos, sus cejas arrugadas y sus ojos entrecerrados.

Parecía que también tenía muchas cosas en mente.

Oh, cómo quería separarle la cabeza y leer cada pensamiento suyo.

Tal vez fue porque acababa de darse cuenta de lo que sentía por él, pero los latidos de su corazón se aceleraron con solo mirarlo.

Su corazón lo quiere. Ella lo sabía.

Pero su mente se resistió. Decirle lo contrario.

El corazón y la mente chocaron una vez más como lo habían hecho varias veces dentro de todos.

.

.

Lo amo.

O no amarlo.

.

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