Capítulo 70: Una chica tras otra.

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Todo llega a un final.

De eso no se salvó nada.

El fin era inevitable.

Entonces, aunque deseaba con todo mi corazón besar sus labios para siempre, en un momento nos separamos. Nuestros labios se conectan con el hilo de saliva más lascivo que jamás haya visto.

El beso duró mucho tiempo y una breve instancia. El placer que obtuve de ello fue tanto que podría durar toda la vida y al mismo tiempo me dejó con tanto anhelo que sentí que el beso duró solo un milisegundo.

Marin se apartó y sus ojos se pusieron vidriosos, reflejando su mente confusa llena de incredulidad y lujuria.

Y amor.

Después de retroceder, no rehuyó ni se escondió.

Ella sonrió.

Parecía tan feliz.

Sonreí.

Estábamos tan felices.

"Guau." Ella susurró y su sonrisa feliz se convirtió en una burlona.

"Me besaste tan profundamente. ¿Te gusto tanto?" Ella dijo.

"Por supuesto. Sabes a vainilla." Dije con cara seria. No me avergüenzo en absoluto como ella pensó que estaría.

La jalé y ella se sentó en mi regazo mientras yo me sentaba en la cama del hospital. Ella estaba sentada de lado en mi regazo y sus brazos alrededor de mi cuello y estaba frente a mí.

Ella se sonrojó, "A mí también me gusta besarte. Sabes como mi cosa favorita".

"¿Cuál es tu cosa favorita?"

"Tú." Dijo y presionó su frente contra la mía.

Luego me besó de nuevo. Este fue breve y no estuvo lleno de emociones excepto el deseo de probarme.

Me incliné para besarla más profundamente, pero ella se apartó y sonrió con suficiencia cuando me vio inclinándome desesperadamente por más.

Guau.

¿Es ella del tipo que se comporta así cuando tiene intimidad?

Es lindo.

Pero no funcionará conmigo. No me gusta.

"Te amo." Dije y tal como esperaba, ella estrelló sus labios contra los míos.

jejeje~

Sus labios estaban carnosos y sabían a nada después de besarla repetidamente. Pero había ese sabor brillante y no sentido cada vez que sentía que la besaba.

Tan suave y terco. Sus labios pedían ser amados y chupados.

Me agarró la cabeza y sus dedos subieron por mi cuero cabelludo y tiró de mí, golpeando su cara con más fuerza contra la mía.

Llegó un punto en el que nuestros dientes chocaron y nuestros labios se volvieron uno.

Su beso fue necesitado y obsesionado. Ni siquiera tuve que devolverle el beso. Su beso fue suficiente para los dos.

Finalmente ella se apartó.

Ella respiraba con dificultad y sus ojos tenían un brillo loco, algo bueno para mí pero no exactamente sensato.

"Eres tan malo." Ella resopló y me abrazó en su pecho. Mi cara estaba enterrada en sus pechos que había deseado durante todo el día.

"Me estas volviendo loco." ella dijo.

Una vida con el autorDove le storie prendono vita. Scoprilo ora