Capítulo 10: Sobre la Arena

1.1K 176 35
                                    

Pista de audio recomendada: Moonlight Night - Dead Parade.

Pista de audio recomendada: Moonlight Night - Dead Parade

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La visita al cine de Alabis había tenido un éxito momentáneo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La visita al cine de Alabis había tenido un éxito momentáneo. Jack no tardó en sentirse, otra vez, abrumado por su realidad. Sin embargo, esta vez trató de ocultarlo a su esposa, pues no quería preocuparla demás.

Nada podía distraer su mente del caso que le atormentaba. Sabía que entre sus manos tenía algo grande, pero aún no podía descifrar el enigma. Muchos grandes científicos han caído en la locura por tratar de encontrar una de estas incógnitas insuperables para el conocimiento humano, han pasado sus vidas intentando resolverlas y, al final, han muerto sin lograr nada. No quería convertirse en uno de ellos, la idea lo enloquecía.

Hace pocos días había llamado al Dr. Rogers para preguntar sobre la situación de la ciudad, pero su respuesta no lo había animado demasiado.

"¡Tonterías! Ya puedes volver. El volcán no ha dado problemas, pero una arteria de magma a nacido en el subsuelo... debemos investigar de donde viene", es lo que había dicho. Pero por supuesto, él no estaba convencido, vamos... el hombre incluso llamaba Braqui al volcán.

Jack suspiró. Eso de que una arteria magmática hubiese salido de la nada era bastante raro. Cosas extrañas pasaban en Nivek y nadie tenía respuestas. No parecía buena idea volver a la ciudad, pero pronto tendría que hacerlo. Lo único que le quedaba era confiar en que todo estaría bien.

Pero ni siquiera el reporte semanal de Niel lo tranquilizaba. Ya eran tres los reportes que había recibido sin alguna novedad importante. Lo único relativamente interesante, habían sido los resultados fallidos del nacimiento de los huevecillos que Niel había expuesto a diversos factores. Habían nacido con mutaciones simples, ninguna desconocida. También había enviado una foto bastante curiosa de una serpiente que intentó comerse a sí misma; el animal había tratado de engullir su propia cola, formando un extraño anillo reptiloide, pero eso, por supuesto, no servía para nada. Una serpiente con patas habría estado bien, algo nuevo en Bertha, o incluso una serpiente muerta de forma inexplicable hubiera bastado para llevar a algún rumbo su hambre de respuestas.

Suspiró y se quedó observando a Lina hacer ejercicios de yoga, —recomendados por Delia para que no tuviese un parto doloroso—. Siempre que hacía eso, la música relajante ayudaba a Jack a sentirse tranquilo.

Lluvia de Fuego: La Era del Fuego IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora